viernes, 10 de agosto de 2012

Capitulo 20: Infiltrándose y preparándose



Los personajes no son míos son de SM; yo solo los uso para mi imaginación

Pov. Bella
Las cosas en el Instituto se ponían peor, los alumnos estaban muy nerviosos, todos sentíamos que algo andaba no mal, bastante mal. El rumor de la hermandad de cazadores era más intensa en los pasillos, claro mientras no hubiera humanos. Las clases eran más para defendernos y luchar que para aprender otra cosa. Las clases de defensa personal habían aumentado, y por lo que me contaba Edward también las clases que el tomaba eran así; aun no sabíamos la razón del estas desgastantes acciones. El descanso eran las clases normales, para las que muchos ya no teníamos la cabeza para entender. Como ahora, en francés no entendía la mayor parte de lo que estaban diciendo…
- Pour voir si vous comprenez, résoudre la page trois de votre livre et je vais faire un essai sur les devoirs de son livre préféré- madame Elena siempre enseñaba el francés de forma muy sencilla, ya que para algunos apenas era su primer curso de francés. Pero en esta ocasión no le entendía nada, simplemente estaba agotada mental y físicamente.
Pasee mi mirada por el salón y algunos estaban como yo, con ojeras, algunos raspones en nudillos como Edward; lo mire y en su expresión había cansancio, me fije en sus manos y vi un vendaje.
-¿Qué te paso?-él se giró a mirarme y me percate de sus ojeras y un raspón que se notaba a la vista.
-OH! No es nada, ya sabes clases…-dijo murmurando
-Nada? Edward tienes una venda en la mano…
-Si y tú tienes una en tu antebrazo y la cubres con tu blusa.
-Touche.
Hice el ejercicio con lo poco que entendí, y claro con la ayuda de Edward.
Termino la clase y me acompaño a mi casillero…
-Dime que te paso?
-Si lo hago, rompería a mi palabra de no decirte lo que soy al igual que tu lo harías si tú me dices que te paso en el antebrazo-dijo sonriendo de lado, esa sonrisa podía acelerar mi corazón en un santiamén.
-Solo quiero saber que sucedió, bueno que tienes, no como te lo hiciste-trate de corregirme pero solo logre enredarme más.
-Fue una cortada que me hice… con una roca-dijo pensando lo último. –Y a ti?
-Me queme, recuerdas que estoy tomando un curso de cocina-sonreí al decir lo último.
-Fue mejor justificación que la mía-dijo riendo.
-Bella, se que habíamos dicho que no nos diríamos que somos, pero no quiero que nada se interponga entre nosotros; has escuchado los rumores de los… cazadores, no quiero que alguien vaya a querer…
-No Edward; si eso llega a ocurrir iré primero contigo para aclarar las cosas, así como espero que tú lo hagas-tome su rostro entre mis manos y acaricie las ojeras bajo sus ojos.
-Hey chicos, luego siguen con su burbuja de novios; vamos a comer-dijo Alice pasando a un lado de nosotros y riendo tomada de la mano de Jasper. Aun no eran novios pero se comportaban como tal, aunque según Alice presentía que cada vez estaba más cerca de ese pasó.
-Edward rodo los ojos y nos dirigimos hacia la cafetería, entramos y fuimos por nuestra comida y nos fuimos a nuestra mesa habitual, aunque ya las mismas personas habían cambiado.
Lola y Paty ya no se sentaban con nosotros más que alguna que otra ocasión, pero siempre Lola trataba de reanimar a Paty, Elizabeth estaba medio ida, siempre buscando con la mirada a alguien; los demás tratábamos de llevar la armonía como siempre; los Hale, estaban siempre al pendiente de todo el grupo como si nos protegieran. Pero en las últimas semanas todos teníamos la misma expresión de cansancio y rogando por un respiro para hacer a un lado el agotamiento.
Los talleres eran el desahogo de todos, los partidos y los campeonatos eran nuestro respiro, tal vez para los humanos era estrés pero a comparación de nosotros era algo muy leve. Me distraje un momento con el movimiento de Elizabeth cuando su mirada se quedo clavada en la puerta. Instintivamente me gire y vi al chico con el que había chocado Elizabeth; no lo había visto desde entonces, no es que hubiera pasado mucho pero si unos días, ella se levanto y camino hacia él como embobada. El la miro y sonrió.
-Edward sabes qué pasó? Me refiero a con Elizabeth y el ese tipo…
-Clama que vienen para acá, a lo mejor nos lo van a explicar-dijo Edward poniendo su mano sobre la mía lo cual me tranquilizo bastante pero que provoco un cosquilleo en mi mano y que se fue entendiendo por todo mi cuerpo.
-Chicos, les presentó a Seth; es mi amigo-dijo sonriendo y sonrojándose.
-Espero que eso cambie-dijo el lo bastante fuerte, provocando un sonrojo por parte de ella. Como siempre mi hermano no tardo en hacer sus comentarios. Me alegre después de todo la actitud de él hacia ella la otra vez no fue la mejor, pero si la quería no habría problema.
Se presentó con todos y no parecía un mal tipo. S e sumergió en una plática con los hombres; mientras que nosotras interrogábamos a Elizabeth, de repente se miraban como enamorados, y cuando nos percatábamos se sonrojaban como dos jitomates, lo que causo constantes bromas por parte de mi hermano y algunas chicas.
Ashley le decía que tuviera cuidado como una mamá, sentía que a lo mejor lo había heredado o algo, de hecho me lo dijo Edward. Mientras que las primas Hale le daban tips para atraparlo y que nunca se le escapara según ellas; las demás reíamos a carcajada limpia con todo eso. Cuando termino el almuerzo, nos dirigimos a nuestras respectivas clases. Tenía clase de defensa personal, que raro. Las sesiones habían aumentado y eso no me agradaba; creo que a ninguna más que a Jane; tenía una mirada especial con nuestras clases.
-Oigan, han visto a Paty-dijo Lola, bastante alarmada, casi al punto de la histeria.
-No, de seguro está en su habitación-trato de calmarla Kari. Lola asintió con la cabeza pero no se quedo del todo tranquila.
-Ya están listas?-preguntó una muy entusiasmada Jane.
-La verdad no Jane, cada vez estamos más cansados todos, pero parece que a ti no te afecta nada de esto. No te intriga saber por qué nos ponen tanto entrenamiento-exigió saber Eunice.
Jane se encogió de hombros, y se fue al centro del salón con otros hechiceros entre ellos Tayler y Eric, por lo que me había contado Edward de cuando los ve en el equipo de básquet no son muy queridos por todos.
Entro nuestro maestro Nicolás, era bastante bueno, nos exigía demasiado y sacaba lo más posible de nuestra energía. Nos decía que solo utilizáramos la magia para defendernos y con eso ganaríamos, si nos atacaban físicamente podríamos crear un escudo y ya. A Jane se le olvidaba constantemente y siempre terminaba regañándola por no hacer lo que él decía.
Todos hagan una fila justo aquí, señalo enfrente del lugar donde no ponía a hacer duelos. Camino a lo largo de la fila y nos miraba a todos, analizando no se que en cada uno. Sonrió maliciosamente y eso solo significaba que nos haría sufrir.
-Cuantas horas tenemos seguidas hoy?-su pregunta fue para todos pero ninguno nos atrevíamos a responder.
-Son dos horas seguidas cierto? Bien, empezaremos por un calentamiento muy humano, empiecen a correr en círculo, pero ya están en la primera vuelta.
Nos empezamos a mover, y a correr; vi como su varita iba dirigida hacia donde corríamos, me asuste pero seguí corriendo cuando la observo detenidamente como buscando algo. Nadie lo vio venir, de la punta salió un destelló y todos nos agachamos para esquivarlo.
-Vamos, pueden hacer algo más que agacharse y quedarse ahí. Defiéndanse, creen que sus enemigos esperarán a que estén quieto, aprendan a correr y defenderse-cuando termino su varita apunto a nosotros como un arma. La primera en levantarse fue Jane, corrió por su varita y empezó a atacar al profesor.
-Los demás la imitamos y corrimos por nuestras varitas, solo algunos ya la tenían con ellos, el profesor nos empezó a atacar, Jane se defendía bien, pero también usaba su cuerpo para ello.
-Ahora, escúchenme bien. Todos tienen en este momento una cinta de color ya sea azul o verde en su muñeca y varita. Bien son enemigos, así que a defenderse pero no aquí…
Todo a mí alrededor se volvió como una bruma y cuando todo se volvió a aclarar estaba en un bosque. –Que comience la batalla y recuerden que todo es válido excepto el contacto físico, deben guiarse con la magia nada mas-esto último mirando atentamente a Jane.
Empezó una batalla de varitas y magia en donde por lo único que te cuidabas era de salvar tu vida. Jane seguía involucrando el aspecto físico en la batalla. Tayler quedo frente a mí y vi su muñeca, era de color verde el contrario al mio. Era bastante rápido, y me ataco en dos por tres.
-Después te puedo curar hermosa Bella-dijo acercándose a mí, lo ataque y me protegí en lo que corría.
Me protegí todo excepto los pies, él nada tonto levantó varios obstáculos a mi paso y no logre esquivar uno y caí al suelo, me dolía la muñeca y otro ataque recibí justo en la muñeca que sostenía la varita. Mire en esa dirección y era Tayler y Jane, los ataque a ambos y trate de escapar, pero ellos volvieron a poner trabas en mi camino. Volví a caer y mi varita fue retirada de mi mano. No sabía qué hacer, quería poder tejer un escudo o algo y entonces recordé un hechizo y lo modifique lo suficiente para que funcionara con mis manos, o al menos eso esperaba…

"Cuerdas de seda, fuertes como el hierro, venid ahora, tejed un encierro, ocho patas veloces la red tejiendo, no aflojes, sigue tejiendo, tejedora de red, aguanta los embates, para poder levantarme y volver al combate"

Una capa de energía se creó al ritmo de mis palabras, mientras que con mis manos hacía movimientos como si yo misma la tejiera, cuando una arañitas que bajaban de los arboles la tejían, en cuanto termino de crearse ese escudo, tome mi varita y comencé a correr y seguí luchando, no podía creer lo que había hecho. Cuando otros me atacaban, soplaba para manejar el viento en mi favor y esperaba que pronto acabara esto. Estaba muy agotada y no estaba segura de que podría continuar.
-¡Basta! Júntense todos-hablo el profesor y fue como música para mis oídos. Todos nos acercamos jadeando en busca de aire, y tratando de recuperar algo de fuerza –bien chicos, lo han hecho muy bien. Felicidades señorita Swan, logro usar bien sus poderes. Ahora vayan lávense y descansen, y no olviden que la magia es lo que más los puede defender contra todo.
Cada quien se fue por una ruta, yo apenas y podía con mi alma, me dirigí a mi dormitorio junto con mis amigas, y cada una se fue a su cuarto, me di una merecida ducha, el agua caliente relajó mis músculos y dejando a un lado la adrenalina, haciendo que el dolor de cada golpee llegará a ella… decidió quedarse un rato más relajándose en lo que durará el aroma que la relajaba bastante…

Mientras tanto…

Pov. Edward
No tiene caso decir lo que es obvio, las cosas iban de mal en peor. Patty estaba cada vez más ida, y Tanya y su grupo más insoportables, ya sea por su tristeza o por sus ganas de desquitarse con todos o por su sed de venganza de saber que habían hecho con su hermana. Las clases especiales por así decirlo eran lo peor, más las practicas eran un respiro pero aun así hacían que terminará agotada.
Tenía una que otra cortada por las espadas y cuchillos, al igual que golpees por escudos y caídas, así como el estar esquivando poderes, como que me lancen fuego o agua, incluso hiervas para trabar mis pies.
Y justo ahora tenía dos horas de defensa, sentía que me explotaban, me hacían usar mis dones y me enseñaban a usar la espada, a luchar. Atravesé las puertas que me llevaban hacia mi tortura como la llamaba últimamente, mis momentos de paz eran los que vivían a lado de Bella que cada vez sentía una conexión más fuerte con ella y con mi Pegaso. Ya lo aprendí a volarlo y me sentía en completa libertad cuando estaba en los aires con él, sentía que podía escapar de todo, creo que también se debía a que mi padre era el dios de los cielos.
-Bien reúnanse todos aquí-exigió el profesor. –Muchachos hemos entrenado duro en parejas, con sus poderes claro los que tienen; los he entrenado bastante hasta dejarlos sin una gota de energía. Pero ahora se enfrentarán a otra prueba mayor, se tendrán que enfrentar…
Un estallido de luces lo interrumpió, todos dirigimos nuestras miradas hacia lo alto de la montaña más cercana, muchos murmullos se escucharon, yo solo me quede un poco asombrado; al parecer no éramos los únicos entrenando hasta quedar exhaustos, se que Bella entrenaba pero… acaso ella será una hechicera?
-Bien traten de ignorarlos, ahora lucharan todos contra todos, me refiero a los equipos contra los equipos, pueden usar sus espadas y sus dones; por ahora no los matará nada, simplemente quedaran pequeñas heridas. Hay una sola regla no irán a la montaña donde están entrenando los hechiceros-todos asentimos con la cabeza; y nos acomodamos en diferentes puntos; y cuando el profesor dio una señal y la batalla comenzó. A veces no solo evadíamos a los nuestros sino que también evadíamos a los hechizos que llegaban bastante lejos.
Trate de defenderme lo mejor que pude de todos los que me atacaban, pero no siempre lo lograba y una que otra espada se llegaba a incrustar un poco en mi cuerpo, usaba mi don cuando podía y gracias a que podía ver las auras; lograba ver quiénes eran mis enemigos y quienes mis aliados, lograba lanzar algunas tormentas para entretener a los que me atacaban; estuve luchando por lo que parecían años, quería que esto terminara, de repente un viento me azoto y no solo a mí. Fue cuando el profesor gritó que nos alejáramos de lo alto de la montaña. Lo hicimos sin chistar, aunque me quede pensando que no sería nada malo luchar también contra ellos para medir y ver que tanto podemos combatir con otros que no fueran de nuestra especie.
-Oye, sabes si sigues embobado viendo como pelean los hechiceros jamás podrás combatir contra otros enemigos-dijo Alec, me fije en su aura y me percate de que su aura era roja, era algo obscura también como malvada.
-Alec no lo entiendo… se supone que tu y yo somos del mismo bando-dije tratando de hacer a un lado lo que mis ojos veían.
-Si, pero vamos que tal si tienes que luchar contra alguien con algunos poderes o con alguno de los hijos de los grandes.
-No lo creo, mejor sigamos abajo-me di media vuelta y baje de la montaña.
Seguí luchando y cuando por fin terminamos me fui directo a mi habitación y me di una merecida ducha; que no duro mucho por la interrupción de mi hermana, exigiendo su turno para bañarse.
-Edward no eres el único que estuvo luchando!-grito Alice golpeando la puerta por milésima vez.
-Ya voy Alice-dije anudando la toalla a mi cintura –sabes pequeño duende, deberíamos de decirle a nuestro padre que ponga un baño para cada uno. Esto no puede ser, ni un baño puedo tomar tranquilamente.
-Sabes hermanito, ahórrate el discurso, estoy cansada, casi desmayándome del cansancio y lo que menos necesito es escucharte, y ver tus miserias; así que mueve tu trasero y déjame pasar.
-Alice, si no fueras mi hermana quisieras ver mis miserias como tú les llamas.
-Solo en tus sueños, pero sabes que… dejamos la pelea para otro momento, siento que si no me relajo con el agua caliente me pondré de peor humor-asentí y la deje pasar.
-Me puse una pijama y me tire sobre mi cama, planeaba dormir el resto del día, ya no tenía ánimos para nada; solo lo que lamentaba es que no vería a Bella en la cena, pero en verdad sentía que solo podía quedarme acostado; descansando…

Narradora Pov.
Todos estaban agotados, pero ahora enfoquémonos en Elizabeth y Seth…
-No deberías sentirse así de incomprendida, mira que varios somos diferentes a los humanos, pero somos especiales. Además tú eres la persona más especial que he conocido-dijo el chico con mirada encantadora.
-Gracias Seth, pero a veces así me siento, aunque he de confesarte que no cuando estoy contigo-dijo una muy sonrojada Elizabeth, a los ojos de Seth ella era una chica que parecía indefensa y fácil de manipular pero con una gran corazón. Solo llevaba un día con ella, un día en el que no había parado de hablar con ella, de conocerla y ya se había quedado totalmente prendado de ella; no quería admitirlo pero comenzaba a amarla.
Pero no, el no podía quererla; solo necesitaba usarla para acercarse a ese grupo al que pertenecía para poder matarlos; no podía olvidar ese propósito…

MIENTRAS TANTO….
La hermandad de los cazadores estaba en otra junta; al igual que los vampiros y los maestros, concentrémonos en la de la hermandad de los cazadores:
-Alec, todo está yendo mejor de lo que creí al principio-dijo una muy sonriente Jane.
-Claro, y con la ayuda de los maestros es mejor, los dejan agotados y todos no solo los nuestros; y solo los hacen que se fíen de su magia, que no se confíen de la parte física; en donde podremos tomar la ventaja.
-Sí, y que haremos con el traidor de Jacob? Dime que lo haremos pagar por esta traición-rogo Jane con un puchero en los labios.
-Jane, no puedo resistirme a ese puchero; pero aun no. Mira él ama a esa hechicera y si acabamos con ella, será presa fácil. Solo hay que ser pacientes, hay que tomar eso de los vampiros esperan a que su presa sea débil y eso haremos, ya están muy débiles solo es cuestión de esperar un poco más…

Hola! Si tarde y lo lamento, solo quiero pedirles que me tengan paciencia y que no me abandonen; tengo muchas cosas que hacer y espero me comprendan cuando les digo que tengo una vida fuera de la compu. Una cosa quiero que entiendan, tarde lo que tarde jamás abandonare mis fics.
Gracias a los reviews, a las amenazas para que actualice, a los favoritos y alertas, a las lectoras silenciosas y a las que recomiendan mis fics; tmbn a los nuevos lectores porque me di cuenta que aunque son pocos hay algunos hombres que me leen. Quiero decirles que todo aunque no responda a los reviews, los tomo en cuenta y me llena de emoción saber que se toman su tiempo en dejarlos aunque solo digan "continúa" eso es mejor que nada; recuerden que esa es nuestra paga.
Creo que poco a poco nos acercamos al final de este fic, pero aun falta; espero me dejen reviews dándome su opinión, sus dudas, sus sugerencias y todo, se acepta de todo. Los invito a que pasen por mis otros fics.

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