martes, 18 de junio de 2013

Capítulo 15

Los personajes no son míos son de SP yo solo los uso en mi alocada imaginación. Está prohibida su copia parcial o total de este fic.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Pov. Edward
Sentía como alguien jalaba de mi mano y tratando de despertarme me removí en mi asiento y los dolores por haber dormido en una mala postura comenzaron a aparecer. Cuando logre abrir los ojos vi como Renata era la que jalaba de mi mano.
-Hey, ¿cómo te sientes?-dije tratando de quitarme el sueño restante de mi cuerpo, ella hizo el intento de quitarse la máscara de oxígeno pero la detuve. –No puedes quitártela a menos que lo diga el doctor. No tienes idea de lo preocupado que me sentía por ti…
Me estaba acercando para darle un beso en la frente pero me detuvo con su mano, me quede sorprendido y con cierto temor de como fuera a actuar por lo del día anterior. Le iba a preguntar el porqué de su rechazo pero el doctor decidió entrar antes de que algo saliera de mis labios.
-Veo que ya has despertado, bien te quitaremos ya el oxígeno ya no lo necesitas- una vez retirado, lo primero que hizo fue inhalar profundamente –y bien ¿cómo te sientes?
-Algo débil-contestó con la voz ronca y muy baja.
-Es normal, estuvo a punto de darte hipotermia; la lluvia y el aire frío no son una buena combinación y mucho menos si no te abrigas.
-Sí, lo tendré en consideración Emmett. Cuando me puedo ir a mi casa.
-Déjeme adivinar no eres fanática de los hospitales ¿cierto?-pregunto Emmett con una sonrisa. Nunca le había visto sonreírle y fue muy raro.
-No, no soy fanática de los hospitales-contesto Renata con una débil sonrisa.
-Pues este día te quedaras y te tendremos en observación y de ahí depende si te mandamos a casa o si sigues aquí por un tiempo más- Renata al oír esto hizo un mohín ante el cual no pude evitar sonreír por lo tierna y linda que se veía. –Bien los dejaré solos, con permiso-y dicho y hecho se fue dejándonos en un incomodo silencio.
Renata no me veía a los ojos, solo miraba al frente y yo a un lado de ella sin saber que decir o que hacer… moría por saber si fue ella la chica que vi… necesitaba saber si seguíamos juntos o porque no fue a nuestro apartamento en lugar de con mi madre… que le había dicho a mi madre…
-¿Cómo supiste dónde estaba?-preguntó ella rompiendo el silencio.
-Mi madre me llamó cuando te pusiste mal. ¿Por qué te mojaste?
-Lo siento papá… estaba caminando y me perdí cuando empezó a llover así que llame a Esme.
-¿Y por qué no hablarme a mi? ¿En dónde estabas caminando?
-Acaso es un interrogatorio y estoy en problemas… acaso mate a alguien. No así que deja de comportarte como mi padre…
-Te vi- dije interrumpiendo su discurso –vi como corriste en el parque…
-En ese caso yo también te vi, ¿y?-dijo restándole importancia.
-¿No planeas reclamarme ni nada?
-¿Serviría de algo?-dijo regresando mi pregunta. –Si te reclamo terminaríamos peleando, y no cambiaría el hecho de que vi como estabas con ella riendo como no lo haces conmigo… Edward solo dime algo y con toda la verdad ¿me amas?
-Si, y el hecho de no saber donde estabas ni de saber si estabas bien o no me ayudo a entender que te amo… Y lamento mucho haberte lastimado este tiempo, pero te prometo que eso va a cambiar, te lo juró- me acerque a ella lentamente y uní nuestros labios sellando mi promesa y totalmente decidido a cumplirla…
-Perdón, no quería interrumpir-dijo una voz débil desde la entrada que conocía demasiado bien –será mejor que regrese después.
-¿Qué haces aquí? ¿Cómo sabías de…-preguntó Renata siendo interrumpida por la respuesta de Isabella.
-Llame a Emmett, me quede preocupada. Quería saber como seguías.
-Pues gracias por preocuparte Bella. Ya estoy fuera de peligro supongo-dijo sonriéndole.
Admiré a Renata por eso, no le reclamo nada a Isabella ni a mí mismo, nunca armó un escandalo por algo que muchas personas si harían.
Isabella nos miraba a ambos y a un punto entre los dos, seguí su mirada y me percate de que tenía a Renata tomada de la mano, iba a retirar mi mano pero algo me detenía, tenía miedo de perderla pero sabía que Renata no se merecía que la lastimará así.
-Bien, veo que ya estás bien. Será mejor que me vaya, debo ir por Alec-dijo metiendo sus manos en sus bolsillos de su pantalón y retrocediendo lo poco que había ingresado en la habitación. –Nos vemos- dijo despidiéndose con la mano y cerrando la puerta detrás de ella; una parte de mi se fue con ella y esperaba que fuera la llave de la puerta que libera las emociones que antes sentía por ella.
-¿Dónde está Esme?-preguntó Renata después de un rato.
-Creo que se fue… en cuanto Emmett me dijo que podía pasar a verte entre y ya no salí.
-Cuando la vea le agradeceré por lo que hizo por mi.
Le sonreí y le di un beso algo profundo, al separarnos entró una enfermera con una charola de comida; se quejó un poco pero al final se la terminó comiendo y pasamos el resto del día viendo televisión, o jugando cartas las cuales me prestó Emmett.
----------………----------
Ya había pasado una semana desde que salió del hospital y había tratado de no separarme de ella, mi madre iba a la casa a cuidar de ella mientras yo trabajaba; ella ya estaba andando por toda la casa y buscando en internet algo que pudiera hacer. Hoy la llevaría a cenar y le daría la sorpresa del casting que estaban haciendo en el teatro Collins, ella amaba bailar así que creo que era un buen trabajo provisional en lo que encontraba algún trabajo acorde a su carrera de comunicaciones.
En cuanto llegue al departamento, Renata corrió a recibirme.
-Ya estoy lista-dijo en cuanto se separó de mí.
-Eso me parece perfecto, pero que te parece si hacemos un cambio de planes y nos quedamos aquí y…
-Y nada, Edward me prometiste que hoy saldríamos-dijo haciendo un puchero.
-Bien, andando.
Cuando llegamos al restaurante y nos dieron mesa Renata comenzó a platicarme de lo que había estado haciendo en su día, una vez que termino comenzó a hacerme preguntas sobre mi día. Cuando terminamos de hablar de nuestros días y de comer, decidí darle la sorpresa.
-Renata recuerdas que me habías mencionado que querías hacer algo ya… algo de trabajo y demás-ella asintió, sin saber hacía donde iba mi conversación.-Bueno encontré esto entre los papeles que me llegaron hoy al trabajo-dije tendiéndole la hoja. Al leerla su emoción se notó incluso en sus ojos, me miraba y miraba al papel supongo que sin saber muy bien que decir.
-Edward sabes lo que significa esto…
-Supongo que tendrás que prepararte para una buena audición-dije con una sonrisa en el rostro.
-Muchas gracias, amor; esto es… no lo merezco Ed…
-Claro que lo mereces; además te mereces más que esto; iras cierto?
-Claro que sí, aunque no sé si aún tenga el toque para esto…
-Vas a ver que sí, solo investiga de que va la obra-ella solo asintió como una niña pequeña.
Después de eso y del postre, nos fuimos a casa por petición de Renata. En cuanto cerré la puerta del departamento, sus labios atacaron los míos; mis manos fueron directo a sus caderas, ella se arqueó hacía mi logrando un poco de fricción entre nuestros sexos, el gemido que surgió de mi fue ahogado en su boca, llegamos al dormitorio con suerte, pronto la ropa salió sobrando y ya estábamos listos para unirnos, pero decidí hacerla sufrir un poco; baje mis labios a su cuello y de ahí baje a sus pechos, donde me entretuve con un pezón mientras que con mi mano masajeaba el otro, mi nombre salía en pequeños jadeos de sus labios; baje mis labios por su abdomen y cuando estaba a punto de llegar a su intimidad, bese sus muslos y de ahí sus piernas; el quejido por su parte me causo diversión, ella jalaba de mis cabellos tratando de que besará su sexo, pero tenía otros planes; así que cuando comencé un camino de ascenso  volví a saltarme su sexo y me volví a entretener con sus senos, el agarre sobre mis cabellos se hizo más intenso y ella comenzó a retorcerse bajo mi cuerpo llegando así a su orgasmo.
-¿Cómo… cómo hiciste eso?-me preguntó entre jadeos.
-Con mi boca-dije besándola e introduciéndome lentamente en ella, estaba muy mojada por sus jugos y caliente, cuando estuve por completo dentro de ella comencé a moverme como si se me fuera la vida en ello; mi nombre salía de sus labios, sin embargo yo no me atrevía a hablar, solo me limite a besarla. En cuanto ella tuvo su segundo orgasmo, yo me deje ir derrumbándome sobre su cuerpo.
-Te amo-me dijo al oído mientras acariciaba mis cabellos. La bese en el hombre y dije un “yo también” con la voz muy débil. Salí de ella y la abrace dejándome llevar por el sueño después de que ella se quedó dormida.
……-----------………
Cuando me desperté Renata ya no estaba a mi lado, me pare y me aliste para mi trabajo. En cuanto salí de nuestra habitación la vi sentada en el desayunador con su computadora.
-¿Qué hace mi bella novia esta mañana?-le dije al oído y besando su cuello.
-Busco información de la obra, y averigüe que es acerca de una chica que quiere triunfar en Hollywood. Y encontré que... a que no logras adivinar?- me dijo dándole más suspenso a su nueva información; parecía una niña con juguete nuevo y no podía ponerme más feliz por eso.
-Ok, veo que no vas a adivinar así que te lo diré… todavía no hay protagonista- dijo sonriente y moviendo sus manos emocionada. –Por lo que planeo adicionar para ese papel, si no lo obtengo y aun así logro hacer una excelente audición tendré otro papel… o eso espero. Como sea adicionaré para el protagónico-dijo satisfecha consigo misma.
-Lo obtendrás amor, lo sé. Tengo que ir a trabajar… necesitas algo? Que te lleve a algún lugar o algo?
-No, gracias. Estaré aquí poniéndome en forma y practicando algunas cosas; veré que hare en mi audición y preparare mi curriculum. Cuídate-dijo dándome un beso en los labios.
Cuando nos separamos, salí rumbo al trabajo. Llegue sin ningún contratiempo, por lo que comencé a avanzar con cosas pendientes, revisando algunas campañas y organizando otras; simplemente amaba mi trabajo y la libertad que me dio Vladimir en mi trabajo.
-¿Se puede?- preguntó una voz que pensaba que no escucharía en un buen tiempo.
-Sí, pasa. ¿Cómo has estado?-le pregunte al tiempo que le indicará que se sentará.
-Bien. Renata, ella…
-Ya está mejor, gracias por preguntar.
-No hay porque, vine porque necesitaba un consejo acerca de mi restaurante…
-Sí, claro. Dime en qué te puedo ser útil-pregunte, tratando de no sentirme incomodo, pero el ambiente estaba algo tenso entre nosotros, y con el vestido que llevaba Bella se veía increíblemente guapa y yo no era exactamente inmune a sus encantos.
-En muchas cosas… omite eso, no sé porque lo dije. Verás es sobre la disposición de los muebles y la pista de baile, no estoy muy segura de cómo me habías dicho, ¿crees que puedas ir y volver a decirme la distribución?
-Sí, ¿tienes tiempo ahorita? Y a avance con el trabajo y tengo unos momentos libres.
-Eso sería magnífico-dijo asintiendo al mismo tiempo con la cabeza, se puso de pie y nos guie a la salida.
Una vez en el estacionamiento cada quién se subió a un auto y la seguí rumbo a su restaurante, tenía un presentimiento de algo pero nunca le había dado mucho sentido a esos presentimientos así que lo deje pasar.
En cuanto llegamos, y entramos al lugar, tenía un mejor aspecto, aún había algunas paredes que estaban en proceso de pintarse, pero el lugar tenía buen aspecto. Le volví a indicar la distribución que haría que el lugar tuviera más espacio y mejorara en su visión.
-No oigo ruidos de obreros-le dije mirando alrededor percatándome de que no había nadie más que nosotros.
-Oh bueno es que es como su hora de desayuno, por lo que llegarán un poco más tarde, soy de la idea que si los tratas bien su trabajo será muy bueno-dijo al tiempo que sonreía.
-Bien, creo que ya eso es todo- dije tratando de poner distancia entre ambos, porque conociéndome cedería con ella, y no quería lastimarla más, ni a ella ni a Renata ni a mí. Pero al alejarme más de ella cometí el error de escanearla de pies a cabeza, percatándome de los tacones que hacían ver sus piernas más largas, así como del vestido color azul que se ceñía en su cintura y caí de forma grácil, y de que el corte en la parte de sus senos por parte del vestido los hacía ver exquisitos y eso sumado a la coleta alta que permitía que su cuello luciera de forma galante y todo en combinación con sus labios que invitaban a besarlos y esos expresivos ojos color chocolate que esperaba que me estuviera volviendo loco porque veía anhelo en ellos.
-Sí, muchas gracias por venir-dijo sonrojándose cuando se percató de mi escrutinio, se giró sobre sus talones pero no tomo en cuenta que en el piso había un platico para evitar que la pintura manchara la madera y casi cayó al suelo, pero logre atraparla lo cual a lo mejor fue un error, porque nuestros rostros quedaron muy cerca, demasiado quizás. –Yo…
-No digas nada-la corte cuando estaba a punto de hablar. Nos enderece pero no me separe de ella, al contrario la acerque más a mí, sus manos pasaron a mi cuello y comenzó a jugar con mi cabello y al segundo siguiente estaba besándola con toda la pasión que había contenido y con el deseo que crecía en mi cada segundo que estábamos lejos.
La bese y caminamos rumbo a su oficina donde después de cerrar la puerta, la recargue con ella y comencé a recorrer su cuerpo con mis manos, baje mis labios a su cuellos y pequeños gemidos comenzaron a salir de boca; tome sus senos con mis manos y los masaje hasta que logre sentir sus pezones erectos. Pase mis manos a su espalda y ella me empujó hacia su escritorio donde fue desabotonando los botones de mi camisa mientras yo buscaba el cierre de su vestido, cuando lo encontré lo deslice y me deleite al ver un conjuntito de encaje de color azul. Nos gire y logre hacer a un lado todo para poder acostarla sobre el escritorio, mientras yo me deshacía de su ropa interior, ella se deshizo de mi pantalón y mi bóxer, al sentir libre mi erección busque su entrada, al tocarla con mis dedos soltó un grito de placer, sus manos buscaron mis cabellos y me jalo hacía su boca, me posicione en su entrada y en un solo movimiento me enteré en ella. No dejo de besarme en todo momento, y sus gemidos quedaban en mi boca. Conforme fui sintiendo que me tensaba más, aumente el ritmo cuando ella llegó a su orgasmo sentí como mi glande vibraba y la seguí en el estallido de placer.
-Eso fue…
-No lo digas, no lo digas Bella. Esto fue un error, Renata…
-No estabas pensando en ella precisamente así que no me vengas ahorita con Renata, Edward ¿Por qué estas con ella?- trate de separarme de ella, pero al hacerlo ella se aferró a mí y termine levantándonos a los dos.
-Estoy con ella, porque… porque… somos novios y mi mamá le tiene afecto y…
-¿Por qué no dijiste la palabra “amor”? Edward sé que ella no se merece eso, pero y nosotros ¿Qué nos merecemos? ¿No merecemos la felicidad acaso?
-Tal vez, pero esta no es la forma; tengo que irme como te dije esto fue un…
-Ahora soy yo la que te pide que no hables, no arruines el momento más de lo que ya se arruino- dijo bajando sus piernas y separándonos en el proceso, eso me hizo sentirme incompleto y desdichado. –Supongo que pe dirás que finjamos que no paso.
-Sí eso te pediré. Bella…
-No, ya entendí; te vas a quedar con ella, yo sé que hice mal en irte a buscar y mi excusa no fue la mejor pero no me arrepiento. Supongo que nos veremos luego, para la boda de Alice y Jasper.
-Sí, hasta luego Bella-me vestí lo más rápido que pude, mientras ella hacía lo mismo. En ningún momento me miro pero en un momento logre ver las lágrimas que salían de sus ojos chocolate y me sentí aun peor, decidí no mirar atrás y no decir ni una palabra y solo irme de ahí y tratar lo que paso en esa oficina… pero a quien lograba engañar todo lo que vivo con ella no lo olvidaré nunca…
Pov. Renata
Más feliz no podía estar, Edward estaba la mayor parte de su tiempo libre conmigo, y me dio la dicha más grande del mundo, una audición para bailar. En cuanto se fue del trabajo seguí investigando acerca de la obra, pero también acerca de Alice; esa enana me las iba a pagar solo que no como planeaba ya que si se apartó de mi camino y del de Edward, en cuanto a la zorra de Isabella… bueno ella ya era como una foto vieja guardada y enterrada, Edward cada vez me decía más te amos y cuando hacíamos el amor era mi nombre lo que decía, además de que me decía palabras de lo más dulces.
Seguí con mi investigación cuando tocaron el timbre, cerré la página de la información de la investigación acerca de Alice, para dejar solo la de la obra; pensando que era Esme que había olvidado las llaves abrí sin ni siquiera asomarme a ver quién era.
-Pero si es la zorra en persona… que acaso vas a vivir de mantenida toda tu vida?
-Alice y Rosalie pero que sorpresa, tanto tiempo sin verlas, ¿Cómo les ha ido en el negocio de abrir las piernas a todo el que se les ponga enfrente? Seguro que camino hacia acá encontraron a muchos hombres desesperados por tener sexo rápido y fácil.
-No sé mucho acerca de ese negocio pero tú debes de saber más debido a que la mayor parte del tiempo que  te vemos estas de piernas abiertas.
-Bueno ¿Qué quieren? Digo aparte de venir a insultarme.
-Venimos a buscar a Edward y a Bells-contesto la rubia operada, con una sonrisa en el rostro.
-Bueno pues Edward no está aquí, está trabajando e Isabella no vive aquí y no se me ocurre ninguna razón por la cual debería estar aquí.
-Pues es que como los vimos salir del trabajo de Edward pensamos que estarían aquí- dijo la enana con una voz muy dulce y mirándome con diversión.
-Pues aquí no están, y si no tienen más que decir, les pediré que se vayan estoy ocupada-dije tratando de que no se dieran cuenta cuanto me afecto esa declaración.
-Ocupada… ¿tu? Acaso te ocupas de algo.
-Sí, y son muchas cosas así que… adiós-dije cerrando la puerta en sus rostros, escuche sus risas mientras me recargaba en la puerta y sentía que lagrimas se derramaban por mis ojos.
-Vamos Renata, piensa y no te dejes llevar por esas idiotas, llámalo.- me dije a mi misma.
Busque el teléfono y marque a su oficina, donde me dijeron que había salido, nada contenta llame a su celular, el cual al tercer timbrazo fue contestado.
-Edward, oye ¿Dónde estás? Es que quería saber si vendrás a comer y…
-No soy Edward-dijo una voz femenina al otro lado de la línea –soy Bella, sé que suena muy raro pero es que…
-¿Qué haces tú con el teléfono de Edward?-pregunte tratándote controlar mi rabia.
-Bueno es que necesitaba ayuda con algo del restaurante y olvido su celular y…
No quise escuchar más y colgué, sé que así le daría gusto pero no tenía ganas de seguir escuchándola… Sentía tanto dolor y furia que cuando sonó el teléfono y en el identificador vi que era mi hermano, supe que el momento había llegado y no había vuelta atrás.
-Hermanita, te pasare a mi colega; pero antes es tu ultima oportunidad, ¿segura que aceptarás todo esto?
-Segura.
-Bien no tendrás que pagar nada, todo es por un favor que me debe… pero sabes que si llega a pedir más solo tienes que decirme y yo me encargare de eso.
-Lo sé-al otro lado escuche el ruido del celular cuando mi hermano se lo dio a su colega.
-Buenas tardes señorita Denali.
-Usted sabe mi nombre pero yo no sé el suyo, eso no es muy justo dado el trabajo que hará para mí.
-De acuerdo, me agrada su seguridad, eso la llevará lejos. En dos horas estaré ahí, así que porque no nos vemos mañana a las diez en el café Bristol y me llamo Carlise Cullen para servirle.
-Un placer Carlise, nos vemos mañana a las diez- una vez dicho eso colgué, me gira y vi una foto donde aparecíamos Edward y yo.
-Edward ya te estaba perdonando, pero bueno todo se paga en esta vida y tanto tú como tu familia y amigos así como tu amante pagarán por todo.
Ninguno sabía que habían jugado con la persona equivocada…
Sé que tarde mucho y que probablemente muchas ya no me lean, pero volví y espero que se alegren y me sigan dando sus opiniones. Y estoy de vacaciones así que espero publicar seguido, pero no prometo nada ya que he estado atravesando un bloqueo y por más que trato mi mente está en blanco…
¿Qué opinan del capítulo? Carlise aparecerá en escena y veremos cómo empezarán a arruinar sus vidas desde cosas tan simples como con algunas más complejas… espero sus ideas y comentarios.
Saludos y nunca dejen de soñar
JimeBellaCullenSalvatore    

viernes, 11 de enero de 2013

Capitulo 14


Los personajes no son míos son de SP yo solo los uso en mi alocada imaginación. Está prohibida su copia parcial o total de este fic.
----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Pov. Renata
Llegamos al departamento y Edward ni siquiera un buenas noches dijo, simplemente se fue directo a su estudio que tenía en casa. Bastante dolida deje mis cosas sobre la mesa y me fui a mi propio despacho, un pequeño cuarto adornado y acomodado a mi estilo. Tenía cierta afición por la pintura y el dibujo, mire un dibujo que hice de Edward y mio; nos veíamos felices o al menos así yo lo sentía.
A lo mejor muchas personas pensaran que era una perra por no dejarlo ser feliz con la chica que él quería pero él me quiere a mi, Isabella solo es como un capricho por lo que llegue a saber por otras fuentes era la amante de Carlise y de pronto anduvo jugando con él y con Edward. Me senté en mi sillón con el dibujo entre las manos y deje que las lágrimas salieran sin ninguna contemplación de mis ojos; en verdad dolía en el alma el hecho de saber que la persona que amas y estarías dispuesta a dar la vida solo te ha usado y no ha sido sincero contigo; con esto y las lágrimas y el dolor profundo en mi pecho caí en los brazos de Morfeo.
----…..------
Me desperté en la habitación que compartíamos pero sin ningún rastro de él. Me levante y me di una ducha rápida, apenas y desayune un poco de fruta y salí a dar una vuelta; estaba segura que si me quedaba me comenzaría a deprimir de nuevo. Camine sin un rumbo fijo y tampoco me iba fijando mucho por donde andaba solo quería caminar y despejar mi mente.
Sabía que mi hermano me buscaría por la llamada que le había hecho; pero antes de decir por completo un sí, necesitaba estar segura de que no me arrepentiría; porque no solo era meter a mi hermano, era meter a Carlise, la persona que más daño le hizo a Edward y a Esme…
Esme, ella no sabía nada de la amante o al menos no quien era, que tal si se enterara. Podría no meter a ninguno y solamente buscar perjudicar a la mosca muerta yo sola; Esme nunca permitiría que Edward anduviera o tan solo hablara de la amante de su padre.
Ya tenía la respuesta, no metería a nadie más aunque hubiera alguien que podía quitarle a Isabella sin ningún problema y la haría sufrir con creces, lo único que haría sería decirle a Esme y después de la mentada boda pedirle a Edward que se fueran a otro lado.
Se sentó en una banca en el parque al que fue a dar, miro a su alrededor viendo los niños jugar y ciertas parejas de todas las edades pasear. Un cachorro corrió a sus pies, ella se limitó a sonreír a hacerle unas caricias.
-Ven Lucky-gritó un niño corriendo hacia donde se encontraba –lamento mucho si la molestó señorita.
-No te preocupes; es una hermosa cachorrita-contesto sonriéndole a la perrita que ahora estaba en brazos del niño.
-Gracias, lo siento me tengo que ir-y dicho eso el niño hecho a correr hacía el centro del parque donde lo esperaba una pareja, supongo sus padres.
Viendo en la dirección que se fue el niño, a lo lejos vi a dos personas caminando, no hubiera prestado tanta atención si no fuera por el color inusual de cabello que tenía el chavo; además de que algo me hacía no dejar de mirarlo, esforcé un poco más mi vista y ahí estaban: Edward e Isabella, algo le dijo él a ella que ambos se rieron y eso fue como estacas en mi corazón ya que nunca se había reído así conmigo; al verlo vi que se veía realmente feliz.
Se estaban acercando más hacia donde estaba yo y no estoy segura por las mugrosas lagrimas no me permitían ver con claridad, pero creo que él me llego a ver ya que su cara demostró algo de sorpresa; no lo pensé dos veces y corrí en la dirección opuesta hasta llegar a no sé que lugar, solo corrí lo más rápido que me permitieron mis piernas y rece para que fuera mi imaginación el hecho de que el me viera.
Me detuve cuando mis pulmones no dieron para más, jadeante mire a mi alrededor y me di cuenta que no fue la mejor idea el hecho de solo correr por correr, no tenía la más mínima idea de en donde me encontraba. Nunca había sido buena para ubicarme y en un país que no era el mío menos; no llevaba mi celular ni cartera solo las llaves del departamento y unas cuantas monedas en mis bolsillos. Sabía que debía llamarle a Edward pero no quería verlo, solo sentía rabia y dolor así que en cuanto vi un teléfono público no lo pensé como la primera vez y marque su número.
-Que bueno que llamas porque necesito saber si en verdad quieres que meta mis manos y las de mi socio en lo que sea que quieras-dijo en cuanto contesto.
-Sí, es más necesito hablar primero contigo antes de que le llegues a mencionar algo a él-conteste tratando de que mi voz sonará lo mejor posible.
-¿Por qué se te oye la voz ronca?-se noto su tono preocupado. Mi hermano a pesar de ser un cabrón, siempre se ha preocupado por mí y creo que lo seguirá haciendo aunque yo misma haya decidido alejarme de ellos, marcar ciertas distancias por el negocio que tenían.
-Creo que me quiero enfermar-me limite a contestar.
-No te creo, ¿Qué pasa Renata? ¿Qué problema tienes y con quién?
-Marcus no te lo quiero decir por teléfono, necesito que nos veamos. Crees que puedas venir a New York? Ahorita estoy aquí.
-¿Qué haces allá?
-Te lo contare cuando nos veamos, así que dime si puedes venir o voy a tener que viajar yo.
-Iré yo, en cuanto llegue te aviso y nos ponemos de acuerdo en el lugar.
-Bien, mientras podrías habilitarme mi cuenta para poder investigar algo- mi voz poco a poco sonaba más con rabia, las lágrimas iban quedando atrás al igual que la tristeza para dejarle paso al rencor.
-Hermanita yo no tendría ningún problema pero tu estas lista para entrar?
-Cuando puedo usar la cuenta?-le pregunte sin contestar abiertamente su pregunta.
-Esta misma tarde, te localizare por esa cuenta y por esa línea-contesto serio,
-De acuerdo, nos vemos Marcus- no le di tiempo a responder, simplemente colgué.
Suspire y me recargue en el vidrio, estaba consciente de que tendría que usar todo lo que me dije nunca usaría y que tendría que pagar con lo que fuera, pero también sabía que mi hermano me haría gastar lo menos posible y trataría de que no peligrara mi vida y no tuviera que dar algo más aparte del dinero.
Regresando al lugar donde estaba, decidí usar el resto del dinero que tenía y le llame a Esme, deseando que estuviera en su casa ya que fue el único teléfono que memorice.
-Diga-contesto al cuarto timbre.
-Esme, que bien que te encuentro… yo estoy perdida… no se donde estoy y…
-Calma, dame alguna referencia para que le llame a Ed…
-No, no le llames; yo no quiero verlo por ahora…-le dije interrumpiéndola.
-De acuerdo pequeña, entonces yo iré por ti.
Le di el nombre de la calle donde me encontraba y me dijo que esperara ahí; no podía moverme así que solo salí de la cabina y me senté en una banca que había cerca. Solo veía a la nada y en cabeza no dejaban de dar vueltas las palabras que hable con mi hermano y las imágenes de mi Edward con la mosca muerta de Isabella. Pequeñas gotas de agua comenzaron a caer y pronto era una lluvia que me empapo pero poco me importo, luchaba con mis sentimientos encontrados.
Un asunto plateado se paro en frente mio, y el claxon sonó indicándome que era Esme, cuando bajo un poco el vidrio fue cuando me pare de la banca y me dirigí a la puerta del copiloto.
-¿Te llevo a tu departamento?
-No, no lo quiero ver-deje caer mi cabeza en el respaldo y mire por la ventana preparándome para solo dejar salir el sentimiento de tristeza y dolor que sentía, ocultando la ira.
Llegamos pronto a su departamento, y en el camino no hablamos; y al llegar me sirvió un poco de té y una toalla para que me secara ya que me negué rotundamente a cambiarme de ropa.

-¿Qué es lo que pasó princesa? ¿Por qué no quieres ver a mi hijo?-pregunto una vez que ella se sentó también.
-Desde que llegamos, siento que cada vez se aleja más de mí. Y no es paranoia o algo similar, es solo que es como si una barrera se instalara entre nosotros y cada vez fuera mas ancha o no se Esme…
-Y no has hablado con él, por lo que veo; pero que fue lo que provoco que no quieras hablarle ahora?
-Esme, esto es vergonzoso…-deje la tasa de té sobre la mesa y tome mis manos nerviosa –vengo acusando a Edward por algo que deberíamos hablar entre nosotros.
-Eso es verdad, pero tómame por ahora como una amiga, no como tu suegra-dijo sonriéndome tratando de darme ánimos para hablar.
-Es que… como te dije desde que llegamos se ha instalado una barrera entre nosotros… a veces siento que él no me amo nunca y no sé que hacer; cuando vimos a sus amigos, ninguno me acepto del todo bien… me han hecho a un lado totalmente y…
-Cálmate hija, a lo mejor lo que falta es que convivas un poco más con ellos- me puse de pie tratando de calmar mi enojo.
-Sé perfectamente cuando no le caigo bien a alguien; además siento que él ve a alguien más-listo lo solté y la cara de Esme me demostró que había lanzado una bomba y que ahora me prestaría verdadera atención. Me volví a sentar un mareo y un dolor de cabeza comenzaba a desarrollarse en mi cuerpo.
-¿Estas totalmente segura de eso?-como decirle que si, sin decirle que su adorado hijo estaba siguiendo los pasos de su papi pero hasta fallándose a la misma tipa que su papi.
-No lo sé Esme, creo que si- me puse de pie tan rápido que el mareo se hizo más intenso; toque mi frente y estaba hirviendo; me gire a ver a Esme la cual veía fijamente al suelo y de pronto ya no sentía del todo mis piernas y todo se volvió negro y caí.

Pov. Edward
Había decidido reunirme con Isabella para poder hablar sobre su negocio y la boda de Alice, de lo que le había dicho que teníamos que conseguir nosotros y de la lista que le dio donde teníamos que buscar. Todo iba bien, no había metido la pata ni había hecho nada para hacerla sentir mal o algo de lo que solía hacer estando con ella. Íbamos por el parque cuando vi a Renata viendo justo hacía donde estábamos nosotros, que después de platicar sobre anécdotas graciosas con los novios así que íbamos a carcajada limpia; entonces fue cuando la vi, ella no quitaba la mirada de nosotros y vi la tristeza en sus ojos; murmure su nombre y ella pareció reaccionar ya que corrió en dirección opuesta, corrí tras de ella olvidándome un poco de Isabella, Renata no conocía la ciudad y no parecía que llevará cosas. La perdí entre la gente, saque mi celular y marque su número, pero nadie me contestaba.
Regrese con Isabella y ella me miraba preocupada -¿qué pasó?-,e pregunto en cuanto estuve lo bastante cerca.
-Creo que la que corrió era Renata, y ya la llame y no me contesta.
-A lo mejor y te equivocaste-me dijo tocando mi hombro.
-Vamos te llevo a tu casa, parece que va a llover pronto-me limite a contestar dándole el cortón.
El camino fue silencioso, y mientras tanto seguía intentando llamar a Renata pero en vano, no me contestaba. Deje a Isabella y me fui directo al departamento en busca de Renata, tenía demasiada desesperación por saber que no era la chica que vi, ya que no dejaba de ver en mi mente su mirada de dolor.
Entre y busque en todas las habitaciones, afuera los relámpagos iluminaban más de lo que una lámpara y al ver que no estaba en casa me preocupe aún mes viendo y escuchando la tormenta. La volví a llamar y sonó el celular, lo busque y di con el; por eso no contestaba el celular estaba en casa.
Tome dos chamarras y salí de la casa para buscarla en las calles, maneje por todos lados, seguí muchos caminos del parque para buscarla en todos los caminos pero no daba con ella, pasaban las horas y mi desesperación aumentaba.
Estaba a punto de llamar a hospitales o comisarias pero una llamada de mi madre me detuvo:
-Hijo, tienes que venir a mi departamento, Renata se desmayo y…
-No digas más, voy para allá-corte la llamada y me dirigí al departamento de mi madre.
Maneje como loco y no dejaba de pensar que era mi culpa la situación. En cuanto llegue corrí escaleras arriba, tenía una copia de la llave del edificio, así que llegue más rápido cuando estuve frente a la puerta la golpee tres veces antes de que Esme la abriera.
-Edward…
-¿Dónde está?-le pregunte entrando, no necesite respuesta ya que la vi acostada en el sillón; la toque y estaba helada, comenzó a temblar, vi que estaba empapada. –Mamá la llevaré al hospital, creo que le esta dando hipotermia, ¿por qué está tan mojada?
 -No lo sé…
Le eche la chamarra y la cobija que estaba en el otro sillón y la levanté en brazos abrazándola a mi cuerpo. La metí en el coche y encendí la calefacción; al poco rato subió mi madre en lo que la acomodaba en el asiento. Corrí a mi puerta y encendí el coche y arranque rumbo al hospital donde trabaja Emmett. Había pedido un traslado y le resulto mejor ya que ganaba un poco más.
En el camino le llame y le pedí que tuviera lista una camilla. En cuanto llegue salte fuera del coche y baje a Renata para llevarla dentro.
-¿Qué pasó?-me preguntó Emmett en cuanto me vio.
-Solo atiéndela por favor-puse a Renata en la camilla y al verla Emmett, primero reacciono viéndola mal pero después el médico salió disparando ordenes a las enfermeras y demás que había ahí, vi como se la llevaban y solo me recargue en la pared dejándome caer hasta el piso.
-Va a estar bien Edward-dijo mi madre sentándose en la silla de a lado.
-¿Qué fue lo que pasó? ¿Por qué estaba mojada?-pregunte queriendo saber que le había dicho a mi madre.
-No lo sé, tu dime; ¿qué fue lo que pasó?
-Yo tampoco lo sé, me lo dices como si pensarás que yo tuve algo que ver.
-¿Y no? Ella me dijo que siente que la engañas y que desde que llegaron te has alejado de ella.
Creo que las mujeres en verdad tienen un sexto sentido, aunque sabía que Renata no era tonta para no darse cuenta de mi distanciamiento.
-La lastime-me limite a decir sin mirar a mi mamá a los ojos.
-Si, y por lo que me dijo demasiado. Edward ¿la amas?
-Creo que si
-Tienes que quitar el creo Edward; ella te ama y no es justo que la lastimes así; y si crees que amas a alguien más, habla con ella y no la lastimes más, el peor de los sufrimientos es saberte no querida y que no puedas hacer nada porque solo eres como un objeto.
Después de eso nos quedamos en silencio esperando pacientemente a que Emmett saliera y nos dijera alfo sobre Renata.
En cuanto lo vi salir, no lo pensé dos veces y camine directo hacia él -¿Está bien?
-Si, estuvo a punto de darle hipotermia; logramos estabilizar su temperatura. Si quieres puedes pasar a verla, está dormida. Por cierto se le mandaron hacer unos estudios para checar que no se haya afectado algún órgano.
-Si, esta bien. Gracias Emmett.
Asintió y me palmeo el hombro –habitación 105, Esme-se despidió de mi madre y se fue a checar algo a recepción.
Camine hasta la habitación y al abrir la puerta la vi acostada en la cama con oxígeno y el suero conectado a su brazo. Me acerque con cuidando tratando de no despertarla, me pare a un lado de ella, se veía tan pacifica.
Jale una silla y me quede pensando en que desde que llegamos no la he visto dormir así; algo tenía que hacer no podía seguir jugando con ella, ni tampoco podía jugar con Isabella…
Hola! Si sigo viva, sé que he tardado años, pero con el cole, competencias y demás no he podido escribir mucho además de que he sufrido de bloqueos mentales, espero que me entiendan y les pido una disculpa por la demora.
Ahora ¿Qué les pareció mi capitulo? ¿Creen que Renata sea buena? ¿Mala? ¿O solo está ardida y dolida? Qué creen que vaya a pasar? Propuestas y puntos de vista son bienvenidos; un saludo
JimeBellaCullenSalvatore
¿Reviews?
P.D.: Gracias por sus favoritos y alertas así como los reviews del último capitulo J

viernes, 10 de agosto de 2012

Lista de personajes y poderes


Les dejo unos datos para que se guíen

Hechiceros

Karina-Invisibilidad
Lola-Controlar cosas con la mente
Bella McCarty
Emmett McCarty
Eunice-Congelar
Sulspicia-Aun no tiene
Tayler-Aun no tiene
Stephanie-Aun no tiene
Emiliano-Volar sin escoba
Elisabeth-Escribe el futuro, (lo dice de forma confusa)
Amelia-Crea imágenes

Semi-Dioses
Poder
Padre/Madre

Edward Masen
Provocar tormentas, leer mentes, ver el aura,
Zeus
Alice Masen
Controlar el clima, ver el futuro
Zeus
Tanya
Formar lazos amorosos
Afrodita
Cayo*
Patty o Patry
Fuego
Hades
Klaus
Controlar el agua
Poseidón
Demetri
Fuego
Hades
Ashley
Hera
Priscilia
Controlar la naturaleza (plantas)
Atenea
Danna
Controlar el agua
Poseidón
Garrent
Fuerza bruta
Ares
Mayce
Controlar el agua
Poseidón
Laila
Controlar el agua
Poseidón

VampirosPoder

Rosalie Hale Cullen
Expandir los poderes y detectarlos
Jasper Hale Cullen
Sentir emociones
Carlise Hale Withlock
Ninguno
Esme Cullen Evenson
Ninguno
Miriam
Conceder los deseos
Miriam Hale (prima)Miri
Repetir dones cuando quiera pero más fuertes

Ninfas y Hadas
Poder o don

Danae
Ninfa de los animales

Capítulo 23: Felicidad para todos



Los personajes no son míos son de SM; yo solo los uso para mi imaginación

Pov. Narradora
-Bella, no sabes cuanto me alegro que estés bien. Pensé que habías muerto…
-Yo también lo pensé… pero gracias a tu tío estoy bien… bueno un poco adolorida pero me dijeron que pronto pasará-contesto Bella, tratando de sonreír para evitar los nervios de Edward.
-Si… Bella no te molesta que yo sea… un fenómeno-pregunto Edward con la cabeza gacha.
-En verdad crees que seré la mejor para juzgar?-el no contesto así que para que el pudiera tranquilizarse continuo –no… no me molesta para nada. No me importaría si llegaras a ser marciano… porque veras yo… yo te quiero y más de lo que llegue a imaginar y entenderé si tu…
-Yo también te quiero y me encantaría que aceptaras ser mi novia; sé que no es la forma mas romántica mientras tu estas en cama recuperándote y después de haber luchado… pero con lo que somos no se si habrá un mañana y quiero disfrutar cada minuto que tenga para vivirlo contigo.
-No sé que decir…
-Podrías decir "si"-dijo Edward tomando sus manos entre las de él.
Ella tenía los ojos inundados de lágrimas; no podía hablar ni creer que su amor fuera correspondido; Edward tenía razón no era la forma más romántica pero también con lo que eran no sabían cuanto podrían tener de vida así que otra manera podría haber de vivir si estaba con la persona que amaba. Bella asintió con la cabeza y jalo a Edward a sus labios, él le respondió gustoso ese acto donde se entregaban el corazón sin ninguna restricción.
Mientras ellos estaban en su burbuja de felicidad, se elaboraban litros de pócimas y remedios para curar a todos y poder salvar a algunas almas que podían regresar.
-Deberíamos de poner algunas seguridades; lo que hicieron los alumnos para poder identificar a sus enemigos porque no poner eso…
-Marcus, lograron entrar gracias a runas… deberíamos de darles clases de runas; incluso para que no se sientan tan alejados y no aceptados o diferentes a nosotros, podrías incluirlos en los alumnos.
-Seria mas peligroso Renata-contesto Cayo, en la junta estaba el destino del Instituto.
-Probablemente pero a lo mejor así no se sentirían rechazados por nosotros. Al menos hay que intentarlo.
-Pues seria interesante, estará a prueba un año y si funciona se queda y sino con la pena quitaremos el sistema.
-Bien es lo único que pido, hay que darles la oportunidad-respondió Renata, satisfecha de haber logrado una segunda oportunidad para los que no atacaron.
Había algunos cazadores que habían defendido el Instituto y por eso a ellos se les permitiría poder quedarse… algunos de ellos; dos de hecho y los que mas habían apoyado se encontraban en una situación difícil: el hecho de decidir si abandonarían a su familia y demás para poder estar con el amor que habían encontrado en quien menos lo esperaban… el enemigo.
ºººººº-ºººººººº
Cuatro meses después
-Bien me complace felicitarlos por haber terminado su ciclo escolar y por haber defendido a este colegio y gracias a los que renunciaron a lo que habían creído para hacer lo correcto. Si, efectivamente se perdieron algunas vidas y otras se lograron salvar pero sabemos que están bien porque su vida fue buena. Ahora, el próximo año cambiaran cosas y me agradaría volver a ver los rostros que nos acompañaron en este ciclo escolar y me alegra saber que se hayan hecho amistades sin importar lo que eran. Hasta el próximo año-y así el ciclo escolar termino; las vacaciones empezaron y el director Marcus y los profesores desaparecieron para dejar libres a los jóvenes para la fiesta que habían preparado los alumnos.
-¡Hey compañeros! Antes de que comience la fiesta, un brindis por nosotros, los que seguimos y los que se fueron-cada quien brindo y una vez terminado ese momento; el ambiente cambio, los juegos empezaron a funcionar, la música sonó y la alegría invadió el lugar dejando a tras todo lo vivido durante ese ciclo escolar.

Hola sé que es corto pero bueno que decir con el final de este fic. Gracias a todas las que me leyeron a lo largo de este proyecto; a las personas lindas que me dieron ánimos por continuar; a las que participaron con sus nombres e ideas aunque solo hayan salido en una línea a todos ellos gracias.
Este fue el segundo fic que escribí y lo termino satisfecha de mi trabajo; a las nuevas e invisibles lectoras gracias; gracias por sus reviews, favoritos y alertas me alegraban mis días.
Gracias y nos leemos pronto, las invito a que pasen por mis otros fics a lo mejor encuentran algo que les agrade.
Andy

Capítulo 22: La Gran Batalla



Los personajes no son míos son de SM; yo solo los uso para mi imaginación

Pov. Bella
Terminaron las clases de todos junto con los entrenamientos, no podía pedir nada más que un buen baño relajante y mi cama, no vi a Edward y no me agradaba saber que estaba tan cansado. Aunque si lograba entender porque, las clases de batalla no ayudaban mucho con mi nerviosismo.
Me metí en la ducha antes de que Emmett llegará y me ganará. Me relaje sintiendo como el agua caía sobre mis músculos, relajándolos a su paso. –Bella, tu celular sonó; te lo entro a dejar?
-No Emmett ya salgó-me apresuré y le dije adiós al agua relajante, me puse mi pijama y salí del cuarto de baño secándome el cabello.
-Estoy que muero, me daré una ducha y a dormir-dijo mi hermano con una cara de sueño y fastidio. Tome mi celular y vi la pantalla, era un mensaje de Edward:
Bella, todos corremos un gran peligro; no te vayas a dormir; pasaré a buscarte en media hora, prepárate para una gran batalla.
Edward
¿Una batalla de que estaba hablando? Me figue en la hora que lo envió y la hora que era, faltaban 20 minutos; tome una sudadera y metí mi barita entre mi pantalón y la escondí con mi blusa. –Em, voy un rato al pasillo; ahora vuelvo-solo escuche un gruñido detrás de la puerta. Salí al pasillo y esperé sentada en las escaleras de entrada de los dormitorios.

Pov. Narradora
-Bella que bien que te encuentro. Ven sígueme.
-Jacob, no puedo...tengo que...
-Sígueme, conmigo nada te pasara...
-Jake, es que tú no entiendes. Tengo que esperarlo
-No hay tiempo! Créeme él no es quien crees. Yo te puedo dar todo lo que nadie te puede dar y por ahora te puedo dar lo que más necesitas... protección-se acercó tanto a Bella, que tuvo que alejarse un poco de él.
-¿Quién eres?-pregunto Edward llegando en ese momento y tomándole del brazo.
-Suéltala-gruño Jacob -Bella, él es una abominación; él es un semi-dios-dijo Jake con mucho desprecio y remarcando la última palabra.
Ella se giró hacia Edward bastante sorprendida -¿Eso es cierto? ¿Y quién es tu papa o tu mama?-no estaba molesta, estaba bastante sorprendida y se preguntaba tantas cosas sobre el. Que Edward al ver que no se alejaba de ella sintió un gran alivio; esto enfureció más a Jacob que estaba desesperado por sacar a Bella de ahí.
-No es momento para eso, ahora será mejor que nos vayamos-dijo con rapidez Edward; ya había leído la mente de Jacob y el también quería alejar a Bella de él.
-Espera Bella... ¿tú lo sabias?-pregunto Jacob sorprendido al darse cuenta de que no tenía oportunidad de ponerlo como malo ante sus ojos.
-Ahora tú quieres hacerte la víctima, que cínico eres. Tu eres el que quieres matarnos a todos-dijo Edward con odio hacia cada uno de los miembros de esa hermandad; poco a poco se fue posicionando frente a Bella para protegerla con su cuerpo en dado caso que fueran a atacarlos. -Tu eres el mimbro de esa hermandad.
-¡¿Qué?-pregunto alarmada y algo histérica Bella
Cuando ninguno se lo esperaba un cuchillo salió disparado hacia Bella; ella asustada solo pudo agacharse. Edward que había leído la mente del que trato de matar a Bella, intersecto el cuchillo con un escudo que saco en el acto y extendió su espada para luchar contra quien sea y más si se atrevían a lastimar a su amada.
-No a ella no-grito medio rugió Jacob girándose hacia sus compañeros de hermandad.
-Tú nos traicionaste, o te vas de aquí o te mueres en este momento-dijo uno de ellos; pero Jacob solo se movió para cubrir a Bella aunque así cubría también a Edward...
La mano de Tia fue la que evito que él llegara a terminar tirado en el suelo; ella lo amaba y no lo podía ver muerto -Jake tienes que irte, hazlo por tu padre, Billy te necesita-Jacob se quedó pensando en eso, Tia tenía razón, su padre lo necesitaba... así que decidió irse por el momento.
Mientras tanto Bella, empezó a murmurar -arañitas, tejan un escudo tan fuerte para evitar un ataque-fue llevando sus manos hacia enfrente para ir creando el escudo.
-¿Qué haces?-pregunto Edward girando un poco su cabeza pero centrando su atención en las personas que había frente a ellas.
-Bueno... tu eres semi-dios, yo soy una hechicera y lo que hago es un hechizo-murmuro Bella concentrada -vámonos de aquí-murmuro tomando del brazo a Edward.
-Yo no lo creo-contesto Alec; poco a poco se fue formando una v para hacerles frente.
-Bueno déjame decirte que no les pedimos su permiso-contesto Edward; tomo la mano de Bella y con un estruendoso rayo desaparecieron de los pasillos.
-¡¿Que rayos hacen ahí parados? ¡Comiencen la batalla!-grito Alec de coraje
...
-Alice, vámonos, rápido- urgió Edward cuando su hermana se despertó. El no paraba de escuchar los gritos de horror y miedo en su mente. -Alice, tienes que avisarles a todos que nos están atacando y que es la hermandad de cazadores; los podrán reconocer por el resplandor negro que los rodeará. Yo tengo que hacer algo antes; corre- como habían llegado así, con el estruendoso rayo se fueron a buscar al hermano de Bella.
-¡Emmett!-gritó Bella en cuanto entramos a la parte de su dormitorio; todos corrían por todos lados. -¿Hueles eso?-pregunto Bella deteniéndose abruptamente.
-No Bella… ¿que...
-¡Salgan todos de aquí! Ayúdense y salgan pronto de aquí-gritaba Laurent, Bella se giró hacia Edward tapándose la nariz y boca con el cuerpo de él.
-Están evacuando a todos, lanzaron una especie de bomba; la combinación de albaca con raíces de calaguala es la muerte para nosotros; por separado no ocurre nada pero junto es una bomba. Necesito encontrar a Emmett...
-¡Bella!-gritó en ese momento Emmett al ver a su hermana -Salgamos de aquí-les dijo a ambos, dirigiéndose hacia la salida.
-No, Edward nos puede sacar más rápido-cuando Bella dijo eso, el aludido los tomo a ambos y los saco al instante de ahí.
-Edward has visto a Jasper?-pregunto su hermana en cuanto aparecieron junto a ella.
-Aquí estoy-dijo Jasper apareciendo a un lado de ella.
-¿Están todos bien?-pregunto Rosalie apareciendo, a esto todos asintieron con la cabeza. -Tenemos que reunirnos todos en la segunda oficina del piso de arriba-en ese momento llegaron a una velocidad increíble el profesor Carlise y su esposa y otras dos personas.
-No creo que sea la mejor opción; ya empezaron la batalla; por lo pronto ya empezaron los avisos de quienes son los malos, lo mejor será salir de aquí...-comenzó a decir una de las que llego con el profesor.
-No Miriam, tendremos que pelear; hay que ayudar en lo que podamos-le contesto el profesor Carlise.
-Bien, hay que atacar entonces... hay que difundir un mensaje a todos los que están de nuestro lado. Así que, Bella y Emmett encárguense de avisarles a los hechiceros, mientras que nosotros les avisamos a los semi-dioses, ninfas y demás... y ustedes...
-Les avisaremos a los... vampiros-murmuró Rosalie. Todos asintieron a las órdenes que dio Edward, no preguntaron nada sobre porque sabían cada uno lo que era el otro o se llegaron a separar... lo que importaba en ese momento era llegar a tener un plan como sus enemigos lo tenían y desde hace bastante tiempo.
"Familiares del olimpo, nos atacan y el plan es que los que tengan la posibilidad de atacar por los aires, háganlo y los que no, busquen armas y utilicen sus elementos para poder atacar y protegernos unos a otros. Todos los que tengan aurora negra son enemigos y por los humanos no se preocupen que ellos están a salvo". Edward difundió el mensaje a todos los que sus auras no fueran negras.
"Hermanos y hermanas, hago el llamado a los que tengan sangre mágica y blanca corriendo por sus venas que se unan y que a todos los que tengan auras negras les den la guerra". Bella con la ayuda de Edward difundió el mensaje entre los suyos.
"Amigos de la noche, son libres de irse si quieren o luchar para proteger a los humanos, hechiceros y semi-dioses. Si desean pelear: luchen contra los que su aura sea de color negro" Carlise, extendió el mensaje a los últimos miembros de la escuela que podían ayudarlos si querían.
-Bella, no sé si haya un mañana y no quiero esperar más; me duele que haya tenido que esperar a esto para decírtelo… Bella te amo, te amo más que a mi vida y no me importa si no aceptan que estemos juntos… esto que siento es lo único que me importa y si tú me correspondes no abra ningún obstáculo para nuestra felicidad-Bella estaba atónita con la declaración de Edward, no tenía palabras para decirle que sentía lo mismo, solo le tomo el cuello de playera y lo atrajo hacia ella.
Se besaron apasionadamente como si fuera el último momento que tuvieran juntos, y con mucha razón ninguno de los dos sabía que iba a ocurrir; por lo que solo les importaba demostrarse su cariño y prometerse un futuro juntos.
Cuando interrumpieron su beso, se escucharon varios estallidos; la guerra había comenzado; Edward levanto la mirada hacia el cielo y varios caballos volaban sobre ellos, a los costados iban algunos magos volando en sus escobas.
-Edward, hermano te quiero y pase lo que pase siempre será así. Yo iré por tierra, no se volar bien pero iré con Jasper. Rose y Emmett irán volando…
-Yo iré con Bella-termino Edward por su hermana, se abrazaron y Alice subió a la espalda de Jasper quienes se perdieron al instante. Emmett se despedida de su hermana y se fue con Rosalie por los aires. Muchos otros desaparecieron con pócimas o con sus poderes.
Edward llevo a Bella con su Pegaso y se unieron a la batalla por los aires. Bella iba creando un escudo por debajo. Edward y Alice se percataron de que la noche estaba a favor de los cazadores… concentrándose lograron obtener un poco de luz, su padre les proporciono la luz necesaria que estaría a favor de ellos. Las auras negras se notaban en varios puntos; varios cuchillos volaban hacia donde iba cada uno de los caballos.
Algunos caían, mientras que otros los esquivaban, Bella lanzaba hechizos para perjudicar a los cazadores. Dejaron a su Pegaso y siguieron por tierra; Alice y Jasper iban luchando, Jasper los mataba o los dejaba sin la posibilidad de luchar más, mientras que Alice luchaba con su espada; para Jasper era difícil dejarla pero sabía que ella era buena.
Rosalie y Emmett junto con otros más atacaron por la parte de atrás a los cazadores; entre ellos iban Carlise y Esme así como las dos Miriam, tenían rodeados a los cazadores; pero se habían camuflajeado bien y habían logrado aprender todas las posibles tácticas de lucha. Eso y además que la mayoría había preferido huir y evitar morir, más otros luchaban pero estaban demasiado débiles.
Las ninfas estaban apartadas y ocultas en el bosque esperando para el momento apropiado, con ellas se encontraban los que podían manejar muy bien los elementos naturales como ellas, los hijos de Poseidón estaban ahí controlando el agua. Los hijos e hijas de Artemis, estaban esperando con arcos y flechas. También había algunos hechiceros que podían manejarse sin varitas y estaban seguros de ello, no se permitían fallar en algo así.
Los cazadores confiaban mucho en ellos y en sus runas, y al ver cómo iban acabando con algunos se sentían cerca del triunfo; y probablemente lo estaban, todos luchaban con gran pasión por defender su escuela y su especie.
Bella luchaba tanto física como con magia; cuando derroto a su contrincante más cercano, miro a su alrededor y vio varios cuerpos caídos. Empezó a perder la esperanza de poder ganar contra todos ellos; no tenían ninguna preparación. Había varios humanos que se habían unido a los cazadores porque tenían demasiado temor de lo que no conocían.
-Elizabeth, vamos tenemos que irnos de aquí-Seth estaba desesperado, sabía que podían matarla y no quería perderla. No le importaba tener que renunciar a su familia si podía estar con ella.
-Seth… eres uno de ellos?-Elizabeth estaba en la incredulidad.
-No…
-No me mientas; lo estoy viendo; tu aura es negra. ¡¿Cómo te atreviste? ¡Yo confiaba en ti!
-No Elizabeth… tienes que escucharme…
-No lo hare, vete si no quieres que te mate en este momento- Elizabeth salió corriendo de ahí.
Seth se sentía herido pero no era el único, no tan lejos de ahí; otra persona estaba descubriendo que la persona de la que se enamoró la había engañado; muchos se daban cuenta de esa realidad… otros corrían con más suerte de los que se habían enamorado eran humanos, los habían logrado apartar de esa lucha que los podría matar.
-Stefan… que…
-Ashley … era una cazadora…trataba de matarme…
-¿Por qué me sigues mintiendo? Sé que tú eres el cazador… porque…
-Ashley, lo siento. Pero no cambia nada lo que siento por ti… yo te amo… y me sentía morir por no poder encontrarte, renunciare a todo esto por ti. Ven conmigo-Stefan estiro la mano hacia ella con la esperanza de que le creyera. Él sabía que la había lastimado; ella era la más sentimental de todas las de su grupo, era la hija de Hera, la maternal y como su hija podía llegar a ser muy vengativa…
-No te creo nada… no te creo…
Levanto sus manos hacia él con la intención de lastimarlo pero huyo de ella, prometiéndose no atacar a nadie y después de renunciar a la hermandad regresar para ganársela sin trampas.
La derrota empezó a ser más clara, los cazadores iban perdiendo a sus miembros, los poco que iban quedando con vida empezaron a huir. Aún seguían escondidos en el bosque ninfas y demás miembros sorpresa.
Cuando no quedó ningún cazador de pie, todos los demás empezaron a celebrar su victoria… llevaron los cuerpos de los cazadores a las afueras del Instituto.
-Ganamos!- gritaron varios de los amigos de Bella.
Ella no estaba del todo convencida de su victoria, había algo en los símbolos que traía la mayoría que no le daba confianza…
-Y tienes razón al desconfiar-dijo Seth apareciendo, a su lado Stefan miraba al horizonte con desconfianza.
-Ustedes no son bienvenidos-dijo Elizabeth apareciendo y abriéndose paso entre el grupo que festejaba.
-Lo sabemos, pero no te parece extraño que no hayas podido ver ninguna batalla ni nada por ahora, todos los que tienen ese tipo de poder están canalizados, no pueden ver nada. Los símbolos son de engaño; ustedes pensarán que los mataron pero en realidad no.
-De engaño, ustedes son expertos en eso-dijo con sarcasmo y dolor Ashley, las dos habían entregado su corazón y se sentían más traicionadas y engañadas que todos los demás.
-No, ellos tienen razón. En cualquier momento se levantarán y vienen más en camino-dijo una voz demasiado grave y poderosa, un rayo cayó del cielo y apareció Zeus, tras el aparecieron sus hermanos y demás dioses del Olimpo.
-Marcus, haz un frente; mezcla a todos y no se acerquen al bosque, ahí los tendrán atrapados-y un giño destello en su rostro. Marcus el director de la escuela con ayuda de los maestros los organizaron con un frente de batalla; ya varios estaban lastimados y muchos con la ayuda de los dioses lograron curarse un poco o lo suficiente para seguir luchando.
Todo se quedó en silencio esperando, en el bosque estaban las ninfas que vivían en el Olimpo desde siempre, ahí se encontraba también Apolo a lado de su hermana Artemis. Ellos estaban en contacto con la mente de su padre para poder empezar la guerra por parte de ellos.
Los cazadores se comenzaron a levantar, llegaban varios de otros lados; todos confiados de que estaban desprotegidos sus enemigos no se imaginaban lo que les aguardaba del otro lado de la colina. Stefan y Seth se unieron a ellos para llevarlos justo en el centro del bosque donde no contaban con mucha ventaja; ellos no formaban parte de la naturaleza como los otros.
-Bien, hay que terminar con esto-dijo Alec, encabezando la marcha hacía el territorio del Instituto.
-Alec, estuve escuchando y hay que llevarlos al bosque es su punto débil en estos momentos. Lo dijo un señor muy mayor y confían ciegamente en el; les dijo que festejaran pero lejos del bosque-Jane había escuchado lo que los dioses habían querido que escuchara. Alec asintió y camino hacía la victoria.
Todos estaban ocultos en formación; cuando los cazadores entraron al territorio, lanzaron varias dagas hacía donde se veía un gran festejo con fuegos artificiales; esto creado como distracción de los hechiceros, crearon gritos para engañar a los cazadores; y lo lograron cuando avanzaron la primera línea de batalla los ataco, todos estos tenían mucho entrenamiento físico; entre ellos se encontraban en la mayoría los semi-dioses y destacaban hijos de Ares, Hades, y los de Zeus; se habían dividido en tres sectores; el primer sector había entrado ya; varios habían escapado y llegado a los inicios del bosque.
El segundo sector esperaba en el lugar exacto de batalla, en su mayoría eran hechiceros que habían jugado con el engaño para hacerles creer a los cazadores que no estaban preparados; había varios vampiros también.
-Pero a quien tenemos aquí… una sucia bruja-dijo Jane al llegar frente a ese segundo grupo donde estaba Bella, encabezándolo.
-Nada más vas a hablar?-la reto Bella, demostrando un valor del que no estaba segura tener.
-Vas a morir bruja-y se lanzó contra ella; Bella levanto sus manos y todos los que corrían hacia ellos chocharon al toparse contra un muro invisible.
-Me las vas a pagar estúpida-Jane lanzo otro hechizo para deshacer el escudo que habían montado. Lo logro y comenzaron a luchar contra ellos; los cazadores no se fijaban contra quien luchaban, por lo que no se percataron que luchaban contra dioses. Cuando alguno luchaba contra ellos no tenían ni la más mínima posibilidad de ganar.
Zeus lanzo un rayo contra el cielo y les ordenó a sus hijos que comenzaran a atacar, Apolo y Artemis dieron la señal y las ninfas comenzaron a llamar a los animales que podían ayudarlos a la batalla; las de las flores y vegetación, lanzaban las raíces para atrapar o golpear a algún cazador. Artemis y sus descendientes lanzaron flechas tocadas por la luz que controlaba Apolo y podía llegar a cegar y a veces a quemar a quien tocarán; también bueno en el arco, él y sus descendientes atacaron como los de su hermana. Eran muchos cazadores y ellos no veían a quien las lanzaban pero con su gran puntería no les dieron a los aliados; las únicas que siempre acertaban a un cazador eran las lanzadas por ellos.
Pronto el agua y el fuego se unieron a la batalla; los hijos Hades junto con los de Poseidón levantaron su elemento en contra de los cazadores. Los Pegaso pronto aparecieron, llevando consigo veneno el cual caía sobre los cazadores.
-Deberás rendirte-Edward pronuncio cada palabra con el fin de provocar a Alec.
-Jamás,,, si quieres que deje de luchar tendrás que matarme-y se lanzó contra él; ambos blandían una espada.
-Alec!-grito Jane; Bella la traía con un aro sobre su cuello. –Ríndete, será la forma en que me puedes salvar-pidió Jane.
-Suéltala bruja-grito Alec refiriéndose a Bella, ella solo presiono más el aro que estaba alrededor del cuello de Jane.
-Ríndete, y lo hare-dijo Bella demasiado segura de sí misma. Presiono un poco más el aro sobre el cuello de Jane.
-Perdóname…-murmuro Alec; ni Edward ni Bella sabían que quiso decir con eso; pero Jane lo entendió a la perfección.
-No, Alec no lo hagas.
-No…-Edward reacciono bastante tarde, cuando trato de impedirlo la espada ya había atravesado a Jane y a Bella.
Jane al escuchar el quejido de Bella, tomo la espada y se las clavo a ambas más; Bella la empujo y al caer ella, se sacó la espada ya que Jane se la llevo de paso; Bella se llevó sus manos a la herida y cayó al suelo.
-Bueno, ya las dos dueñas del corazón de cada uno murió, si quieres te concedo que vayas con ella…
-Vas a morir por esto-la furia y el dolor se apodero de Edward, dejo caer la espada y lanzo sus manos hacia él, unos rayos haciendo eco de su poder salieron contra Alec, lo levantaron del suelo lastimándolo demasiado; cuando Alice llego y le pidió detenerse, Alec ya estaba muerto.
-Basta, Edward; ya terminó todo. Sus líderes se acaban de morir, ya termino todo…
-Ella está muerta…
-Tranquilo, ya la están curando, no fue tan grave.
-Vamos entonces…
-Hijo, tranquilo, ella va a estar bien; tu tío Hades le dio fuerza para aguantar en lo que la curan.
-Gracias papa. Supongo que te tienes que ir…
-Sí, nuestra tarea aquí ha terminado; ustedes se pueden hacer cargo de esto; Marcus ya sabe qué hacer.
-Me dio gusto poder verte en persona papa-dijo Alice abrazándolo.
-A mí también hija; no te unes Edward?
-Claro que si papá- se acercaron y se abrazaron.
Los dioses partieron a su hogar nuevamente, los maestros y algunos vampiros se encargaron de los cazadores, y los demás estaban buscando amigos y sobrevivientes de tremenda batalla. Edward estaba esperando a que le dieran noticias sobre Bella; pero por lo pronto ya sabía que estaba fuera de peligro.
Al fin la batalla había terminado…

Hola! Si sigo viva, sé que paso un gran tiempo y no actualizaba, en verdad lo lamento. Con la escuela y la falta de inspiración para este cap. no podía subir.
Pero bueno he aquí la batalla espero no haber decepcionado mucho… me encantaría saber el opinión de todos los lectores. Este fic ya está en su final y me agradaría saber todos sus puntos de vista que serán recibidos, obviamente ya no cambiare nada pero me servirá para un futuro.
Gracias a las lectoras fieles y a todas las que dejan sus comentarios que me ayudan a continuar.

Capitulo 21: Descubriendo



Los personajes no son míos son de SM; yo solo los uso para mi imaginación

Pov. Edward
Desperté demasiado adolorido y con ganas de quedarme acostado todo el día; pero debía ir a clases; aunque tal vez si faltaba a unas cuantas de la mañana no habría problema, después pediré los apuntes. Gire mi rostro hacia el otro lado y el dolor en mi cuello me hizo soltar un gemido, mire el reloj y estaba a punto de sonar la alarma; pero si sonaba y despertaba mi hermana… estire mi brazo para quitar la alarma… pero ring… ring!
-Qué diablos! Por todos los Dioses y las mugrosas gárgolas; que no puedo dormir un poco más-grito Alice, yo me tape los oídos con la almohada. Estaba agotado y la cabeza parecía que en cualquier momento estallaría, sentía los recuerdos de ayer como una guerra con bombas y gritos… simplemente no podía ir a clases con esto. Solo estire mi brazo y apague la alarma que no ayudaba con el dolor de cabeza.
-Edward no quiero ir a clases-murmuro mi hermana, abrí mis ojos y vi su rostro tenía un puchero en sus labios y una cara de sufrimiento y dolor.
-Ni yo hermanita, y no planeo ir. Me quedaré a descansar un poco más, no aguanto mi cuerpo ni mi cabeza, así que si te vas a levantar no hagas mucho ruido por favor.
-Me puedo quedar también? No quiero tener clases en serio, no hare ruido pero por favor déjame quedarme contigo hermanito…
-Si Alice; solo ya por favor guarda silencio por mi cabeza no aguantará más-y no escuche más la voz de mi hermana, hasta que empezó a decir el nombre de Jasper.
-Alice, por favor deja de decir su nombre…-murmure y mi voz se iba perdiendo entre la almohada.
-No estoy diciendo nada, estaba pensando en él.
-¿Qué acaso estoy leyendo tu mente?-pegue el grito pero me arrepentí inmediatamente al sentir la punzada en mi cabeza. Más murmullos empezaron a sonar en mi cabeza y por un momento no pude más y casi me asfixio a mi mismo con la almohada de tan fuerte que la sostenía.
-Alice por favor calla el ruido-grite para que me escuchará por sobre las voces que gritaban afuera.
-Edward, no hay ruido alguno; creo que iré a buscar algo de ayuda…
-Lo que sea, pero haz que se calle todo el ruido de mi cabeza-escuche la puerta pero el murmullo estaba fuerte, como si estuviera en una fiesta con veinte mil personas, todas murmurando y algunas hablando con voz más alta.
¿Cuál me pongo?
Creo que este día si le habló…. Bueno mejor me espero a que él tome la iniciativa.
¿Cuánto tiempo más debo fingir?…
Ya estoy harto de todo esto…
Quiero que me vea, que no me haga sentir invisible.
¿Qué le ocurre a mi hermano? ¿Por qué escucha ese "ruido"?
-¿De qué hablas Alice?-preguntó la voz de quien supe era Ashley
-No lo sé. El dice que escucha murmullos, pero no se oye nada adentro.
Entraron ella y Ashley, pero detrás de ellas venían Alec y Demetri. El murmullo cobró más fuerza.
-Esto no es bueno, Alice no te preocupes vas a alterar el clima-dijo Demetri tratando de bromear, pero no era mi hermana, era yo el que estaba provocando el cambio de clima, debido al intenso dolor de cabeza; tenía que sacarlo de alguna forma.
-No soy yo-dijo Alice y pude sentir la mirada de los cuatro.
Escuchaba lo que pensaban, eso era lo que estaba pasando…
-Tanto entrenamiento desata nuestros poderes, lo vuelve fuertes…
-Pero incapaces de controlar por ninguno-interrumpió Ashley a Demetri.
Así que este entrenamiento los ponía más fuertes pero a la vez débiles… esto les encantará saber a la hermandad. Los dioses no han podido decir nada gracias a nosotros, pero ni siquiera una nota para advertirles del peligro o tal vez sí. Pero estos fenómenos tan cansados y ciegos y a la vez sordos que no se percatan de nada. Acabarlos será pan comido
Abrí mis ojos al escuchar los pensamientos de Alec; por eso su aura era de un color nada confiable, un rojo obscuro y cambiando constantemente a gris; esta era la forma de mi padre de comunicarse conmigo; de advertirme el peligro. Trate de controlar las punzadas y relajar mi mente y con eso el clima.
-Estoy bien, creo que fue un exceso de poder… ya pasó. Pero aun así no quiero ir por ahora a clases, prefiero la tranquilidad de mi caballo, necesito paz.
-Está bien, pero cualquier cosa me llamas-dijo Alice, solo asentí. Trate de no mirar a Alec, sabía que mi mirada lo diría todo; pero no pude evitarlo cuando él vio mis ojos se quedó pasmado y tratando de tranquilizarse. Su cuerpo se tenso y sus manos se hicieron puños; su aura se torno completamente negra.
Alice y los demás se fueron a clases; mi hermana ya no pudo dormir más; me puse ropa de lo más cómoda y me fui hacía los establos vi a mi hermoso Pegaso de color negro y que se podía confundir con la noche. Lo cabalgue un rato y cuando tome confianza se elevó por los cielos. Nunca había hecho esto antes, pero fue como si siempre lo hubiera hecho; procuré andar lejos de las posibles miradas curiosas que andaban por los alrededores.
Tienes que prepararte hijo, el fin se acerca
Moví con fuerza mi cabeza para sacar la voz de mi cabeza; sabía de quien era… mi padre… pero no tenía idea de que me hablaba. El fin? Como que el fin? Que quiere decir con eso?
Regrese a los establos y me quede sentado viendo todo y nada a la vez…

Bella Pov.
No había visto a Edward en todo el día y a varios alumnos, no tenía muchos ánimos de ir a clases; pero sentía que debía ir aunque mi cuerpo me estuviera recriminando a cada movimiento que hacía.
-Hola Alice, ¿y tu hermano?
-Oh, él está algo agotado… se quedó a descansar un poco más además tenía dolor de cabeza-asentí algo preocupada por él.
-Aquí estás Alice; mi hermano y yo estábamos muy preocupados por ti. Pero… y Edward?-preguntó Rose llegando donde nos encontrábamos Alice y yo, detrás de ella venía mi hermano, tenía una sonrisa boba cuando estaba con ella pero se veía feliz.
-En nuestro cuarto descansando…
-Ya veo, en fin me tengo que ir a clases, nos vemos. Bye bebe-dijo refiriéndose en lo ultimo a Emmett; le dio un casto beso en los labios a lo que él respondió gustoso y se quedó con una sonrisa tonta en los labios.
Sonreí internamente y recordé los pocos besos que Edward me ha robado, no eran muchos y eran solo como de pajarito. Pero al fin de cuentas besos y maravillosos porque eran de él…
Seguí pensando en eso tratando de alejar ese nerviosismo, miedo, y preocupación que sentía y el instinto que me decía que saliera de ahí corriendo antes de que fuera demasiado tarde.

Pov. Narradora
Los cazadores se reunieron ante la llamada de emergencia de Alec.
-Esta noche atacaremos—se escucharon murmullos de aceptación por todos, la mayoría ya estaba harto de la farsa. –Uno de ellos ya sabe de nosotros y de uno de nosotros. Esta noche será la batalla, así que prepárense. Y recuerden que sus poderes están descontrolados y un poco más fuertes que antes.
-No serán ningún problema-grito Jane
Ya no había tiempo que perder a su forma de ver…

Hola! Sé que tarde siglos, y que este cap es muy corto, pero ando llena de tareas y trabajos, y además la inspiración me ha abandonado; por eso pondré la batalla en el prox capi como se pueden dar cuenta.
Solo por favor ténganme paciencia y no me abandonen… hare lo posible por tener el prox capi listo lo antes posible pero no prometo nada. Alégrenme el día con sus comentarios. 

Capitulo 20: Infiltrándose y preparándose



Los personajes no son míos son de SM; yo solo los uso para mi imaginación

Pov. Bella
Las cosas en el Instituto se ponían peor, los alumnos estaban muy nerviosos, todos sentíamos que algo andaba no mal, bastante mal. El rumor de la hermandad de cazadores era más intensa en los pasillos, claro mientras no hubiera humanos. Las clases eran más para defendernos y luchar que para aprender otra cosa. Las clases de defensa personal habían aumentado, y por lo que me contaba Edward también las clases que el tomaba eran así; aun no sabíamos la razón del estas desgastantes acciones. El descanso eran las clases normales, para las que muchos ya no teníamos la cabeza para entender. Como ahora, en francés no entendía la mayor parte de lo que estaban diciendo…
- Pour voir si vous comprenez, résoudre la page trois de votre livre et je vais faire un essai sur les devoirs de son livre préféré- madame Elena siempre enseñaba el francés de forma muy sencilla, ya que para algunos apenas era su primer curso de francés. Pero en esta ocasión no le entendía nada, simplemente estaba agotada mental y físicamente.
Pasee mi mirada por el salón y algunos estaban como yo, con ojeras, algunos raspones en nudillos como Edward; lo mire y en su expresión había cansancio, me fije en sus manos y vi un vendaje.
-¿Qué te paso?-él se giró a mirarme y me percate de sus ojeras y un raspón que se notaba a la vista.
-OH! No es nada, ya sabes clases…-dijo murmurando
-Nada? Edward tienes una venda en la mano…
-Si y tú tienes una en tu antebrazo y la cubres con tu blusa.
-Touche.
Hice el ejercicio con lo poco que entendí, y claro con la ayuda de Edward.
Termino la clase y me acompaño a mi casillero…
-Dime que te paso?
-Si lo hago, rompería a mi palabra de no decirte lo que soy al igual que tu lo harías si tú me dices que te paso en el antebrazo-dijo sonriendo de lado, esa sonrisa podía acelerar mi corazón en un santiamén.
-Solo quiero saber que sucedió, bueno que tienes, no como te lo hiciste-trate de corregirme pero solo logre enredarme más.
-Fue una cortada que me hice… con una roca-dijo pensando lo último. –Y a ti?
-Me queme, recuerdas que estoy tomando un curso de cocina-sonreí al decir lo último.
-Fue mejor justificación que la mía-dijo riendo.
-Bella, se que habíamos dicho que no nos diríamos que somos, pero no quiero que nada se interponga entre nosotros; has escuchado los rumores de los… cazadores, no quiero que alguien vaya a querer…
-No Edward; si eso llega a ocurrir iré primero contigo para aclarar las cosas, así como espero que tú lo hagas-tome su rostro entre mis manos y acaricie las ojeras bajo sus ojos.
-Hey chicos, luego siguen con su burbuja de novios; vamos a comer-dijo Alice pasando a un lado de nosotros y riendo tomada de la mano de Jasper. Aun no eran novios pero se comportaban como tal, aunque según Alice presentía que cada vez estaba más cerca de ese pasó.
-Edward rodo los ojos y nos dirigimos hacia la cafetería, entramos y fuimos por nuestra comida y nos fuimos a nuestra mesa habitual, aunque ya las mismas personas habían cambiado.
Lola y Paty ya no se sentaban con nosotros más que alguna que otra ocasión, pero siempre Lola trataba de reanimar a Paty, Elizabeth estaba medio ida, siempre buscando con la mirada a alguien; los demás tratábamos de llevar la armonía como siempre; los Hale, estaban siempre al pendiente de todo el grupo como si nos protegieran. Pero en las últimas semanas todos teníamos la misma expresión de cansancio y rogando por un respiro para hacer a un lado el agotamiento.
Los talleres eran el desahogo de todos, los partidos y los campeonatos eran nuestro respiro, tal vez para los humanos era estrés pero a comparación de nosotros era algo muy leve. Me distraje un momento con el movimiento de Elizabeth cuando su mirada se quedo clavada en la puerta. Instintivamente me gire y vi al chico con el que había chocado Elizabeth; no lo había visto desde entonces, no es que hubiera pasado mucho pero si unos días, ella se levanto y camino hacia él como embobada. El la miro y sonrió.
-Edward sabes qué pasó? Me refiero a con Elizabeth y el ese tipo…
-Clama que vienen para acá, a lo mejor nos lo van a explicar-dijo Edward poniendo su mano sobre la mía lo cual me tranquilizo bastante pero que provoco un cosquilleo en mi mano y que se fue entendiendo por todo mi cuerpo.
-Chicos, les presentó a Seth; es mi amigo-dijo sonriendo y sonrojándose.
-Espero que eso cambie-dijo el lo bastante fuerte, provocando un sonrojo por parte de ella. Como siempre mi hermano no tardo en hacer sus comentarios. Me alegre después de todo la actitud de él hacia ella la otra vez no fue la mejor, pero si la quería no habría problema.
Se presentó con todos y no parecía un mal tipo. S e sumergió en una plática con los hombres; mientras que nosotras interrogábamos a Elizabeth, de repente se miraban como enamorados, y cuando nos percatábamos se sonrojaban como dos jitomates, lo que causo constantes bromas por parte de mi hermano y algunas chicas.
Ashley le decía que tuviera cuidado como una mamá, sentía que a lo mejor lo había heredado o algo, de hecho me lo dijo Edward. Mientras que las primas Hale le daban tips para atraparlo y que nunca se le escapara según ellas; las demás reíamos a carcajada limpia con todo eso. Cuando termino el almuerzo, nos dirigimos a nuestras respectivas clases. Tenía clase de defensa personal, que raro. Las sesiones habían aumentado y eso no me agradaba; creo que a ninguna más que a Jane; tenía una mirada especial con nuestras clases.
-Oigan, han visto a Paty-dijo Lola, bastante alarmada, casi al punto de la histeria.
-No, de seguro está en su habitación-trato de calmarla Kari. Lola asintió con la cabeza pero no se quedo del todo tranquila.
-Ya están listas?-preguntó una muy entusiasmada Jane.
-La verdad no Jane, cada vez estamos más cansados todos, pero parece que a ti no te afecta nada de esto. No te intriga saber por qué nos ponen tanto entrenamiento-exigió saber Eunice.
Jane se encogió de hombros, y se fue al centro del salón con otros hechiceros entre ellos Tayler y Eric, por lo que me había contado Edward de cuando los ve en el equipo de básquet no son muy queridos por todos.
Entro nuestro maestro Nicolás, era bastante bueno, nos exigía demasiado y sacaba lo más posible de nuestra energía. Nos decía que solo utilizáramos la magia para defendernos y con eso ganaríamos, si nos atacaban físicamente podríamos crear un escudo y ya. A Jane se le olvidaba constantemente y siempre terminaba regañándola por no hacer lo que él decía.
Todos hagan una fila justo aquí, señalo enfrente del lugar donde no ponía a hacer duelos. Camino a lo largo de la fila y nos miraba a todos, analizando no se que en cada uno. Sonrió maliciosamente y eso solo significaba que nos haría sufrir.
-Cuantas horas tenemos seguidas hoy?-su pregunta fue para todos pero ninguno nos atrevíamos a responder.
-Son dos horas seguidas cierto? Bien, empezaremos por un calentamiento muy humano, empiecen a correr en círculo, pero ya están en la primera vuelta.
Nos empezamos a mover, y a correr; vi como su varita iba dirigida hacia donde corríamos, me asuste pero seguí corriendo cuando la observo detenidamente como buscando algo. Nadie lo vio venir, de la punta salió un destelló y todos nos agachamos para esquivarlo.
-Vamos, pueden hacer algo más que agacharse y quedarse ahí. Defiéndanse, creen que sus enemigos esperarán a que estén quieto, aprendan a correr y defenderse-cuando termino su varita apunto a nosotros como un arma. La primera en levantarse fue Jane, corrió por su varita y empezó a atacar al profesor.
-Los demás la imitamos y corrimos por nuestras varitas, solo algunos ya la tenían con ellos, el profesor nos empezó a atacar, Jane se defendía bien, pero también usaba su cuerpo para ello.
-Ahora, escúchenme bien. Todos tienen en este momento una cinta de color ya sea azul o verde en su muñeca y varita. Bien son enemigos, así que a defenderse pero no aquí…
Todo a mí alrededor se volvió como una bruma y cuando todo se volvió a aclarar estaba en un bosque. –Que comience la batalla y recuerden que todo es válido excepto el contacto físico, deben guiarse con la magia nada mas-esto último mirando atentamente a Jane.
Empezó una batalla de varitas y magia en donde por lo único que te cuidabas era de salvar tu vida. Jane seguía involucrando el aspecto físico en la batalla. Tayler quedo frente a mí y vi su muñeca, era de color verde el contrario al mio. Era bastante rápido, y me ataco en dos por tres.
-Después te puedo curar hermosa Bella-dijo acercándose a mí, lo ataque y me protegí en lo que corría.
Me protegí todo excepto los pies, él nada tonto levantó varios obstáculos a mi paso y no logre esquivar uno y caí al suelo, me dolía la muñeca y otro ataque recibí justo en la muñeca que sostenía la varita. Mire en esa dirección y era Tayler y Jane, los ataque a ambos y trate de escapar, pero ellos volvieron a poner trabas en mi camino. Volví a caer y mi varita fue retirada de mi mano. No sabía qué hacer, quería poder tejer un escudo o algo y entonces recordé un hechizo y lo modifique lo suficiente para que funcionara con mis manos, o al menos eso esperaba…

"Cuerdas de seda, fuertes como el hierro, venid ahora, tejed un encierro, ocho patas veloces la red tejiendo, no aflojes, sigue tejiendo, tejedora de red, aguanta los embates, para poder levantarme y volver al combate"

Una capa de energía se creó al ritmo de mis palabras, mientras que con mis manos hacía movimientos como si yo misma la tejiera, cuando una arañitas que bajaban de los arboles la tejían, en cuanto termino de crearse ese escudo, tome mi varita y comencé a correr y seguí luchando, no podía creer lo que había hecho. Cuando otros me atacaban, soplaba para manejar el viento en mi favor y esperaba que pronto acabara esto. Estaba muy agotada y no estaba segura de que podría continuar.
-¡Basta! Júntense todos-hablo el profesor y fue como música para mis oídos. Todos nos acercamos jadeando en busca de aire, y tratando de recuperar algo de fuerza –bien chicos, lo han hecho muy bien. Felicidades señorita Swan, logro usar bien sus poderes. Ahora vayan lávense y descansen, y no olviden que la magia es lo que más los puede defender contra todo.
Cada quien se fue por una ruta, yo apenas y podía con mi alma, me dirigí a mi dormitorio junto con mis amigas, y cada una se fue a su cuarto, me di una merecida ducha, el agua caliente relajó mis músculos y dejando a un lado la adrenalina, haciendo que el dolor de cada golpee llegará a ella… decidió quedarse un rato más relajándose en lo que durará el aroma que la relajaba bastante…

Mientras tanto…

Pov. Edward
No tiene caso decir lo que es obvio, las cosas iban de mal en peor. Patty estaba cada vez más ida, y Tanya y su grupo más insoportables, ya sea por su tristeza o por sus ganas de desquitarse con todos o por su sed de venganza de saber que habían hecho con su hermana. Las clases especiales por así decirlo eran lo peor, más las practicas eran un respiro pero aun así hacían que terminará agotada.
Tenía una que otra cortada por las espadas y cuchillos, al igual que golpees por escudos y caídas, así como el estar esquivando poderes, como que me lancen fuego o agua, incluso hiervas para trabar mis pies.
Y justo ahora tenía dos horas de defensa, sentía que me explotaban, me hacían usar mis dones y me enseñaban a usar la espada, a luchar. Atravesé las puertas que me llevaban hacia mi tortura como la llamaba últimamente, mis momentos de paz eran los que vivían a lado de Bella que cada vez sentía una conexión más fuerte con ella y con mi Pegaso. Ya lo aprendí a volarlo y me sentía en completa libertad cuando estaba en los aires con él, sentía que podía escapar de todo, creo que también se debía a que mi padre era el dios de los cielos.
-Bien reúnanse todos aquí-exigió el profesor. –Muchachos hemos entrenado duro en parejas, con sus poderes claro los que tienen; los he entrenado bastante hasta dejarlos sin una gota de energía. Pero ahora se enfrentarán a otra prueba mayor, se tendrán que enfrentar…
Un estallido de luces lo interrumpió, todos dirigimos nuestras miradas hacia lo alto de la montaña más cercana, muchos murmullos se escucharon, yo solo me quede un poco asombrado; al parecer no éramos los únicos entrenando hasta quedar exhaustos, se que Bella entrenaba pero… acaso ella será una hechicera?
-Bien traten de ignorarlos, ahora lucharan todos contra todos, me refiero a los equipos contra los equipos, pueden usar sus espadas y sus dones; por ahora no los matará nada, simplemente quedaran pequeñas heridas. Hay una sola regla no irán a la montaña donde están entrenando los hechiceros-todos asentimos con la cabeza; y nos acomodamos en diferentes puntos; y cuando el profesor dio una señal y la batalla comenzó. A veces no solo evadíamos a los nuestros sino que también evadíamos a los hechizos que llegaban bastante lejos.
Trate de defenderme lo mejor que pude de todos los que me atacaban, pero no siempre lo lograba y una que otra espada se llegaba a incrustar un poco en mi cuerpo, usaba mi don cuando podía y gracias a que podía ver las auras; lograba ver quiénes eran mis enemigos y quienes mis aliados, lograba lanzar algunas tormentas para entretener a los que me atacaban; estuve luchando por lo que parecían años, quería que esto terminara, de repente un viento me azoto y no solo a mí. Fue cuando el profesor gritó que nos alejáramos de lo alto de la montaña. Lo hicimos sin chistar, aunque me quede pensando que no sería nada malo luchar también contra ellos para medir y ver que tanto podemos combatir con otros que no fueran de nuestra especie.
-Oye, sabes si sigues embobado viendo como pelean los hechiceros jamás podrás combatir contra otros enemigos-dijo Alec, me fije en su aura y me percate de que su aura era roja, era algo obscura también como malvada.
-Alec no lo entiendo… se supone que tu y yo somos del mismo bando-dije tratando de hacer a un lado lo que mis ojos veían.
-Si, pero vamos que tal si tienes que luchar contra alguien con algunos poderes o con alguno de los hijos de los grandes.
-No lo creo, mejor sigamos abajo-me di media vuelta y baje de la montaña.
Seguí luchando y cuando por fin terminamos me fui directo a mi habitación y me di una merecida ducha; que no duro mucho por la interrupción de mi hermana, exigiendo su turno para bañarse.
-Edward no eres el único que estuvo luchando!-grito Alice golpeando la puerta por milésima vez.
-Ya voy Alice-dije anudando la toalla a mi cintura –sabes pequeño duende, deberíamos de decirle a nuestro padre que ponga un baño para cada uno. Esto no puede ser, ni un baño puedo tomar tranquilamente.
-Sabes hermanito, ahórrate el discurso, estoy cansada, casi desmayándome del cansancio y lo que menos necesito es escucharte, y ver tus miserias; así que mueve tu trasero y déjame pasar.
-Alice, si no fueras mi hermana quisieras ver mis miserias como tú les llamas.
-Solo en tus sueños, pero sabes que… dejamos la pelea para otro momento, siento que si no me relajo con el agua caliente me pondré de peor humor-asentí y la deje pasar.
-Me puse una pijama y me tire sobre mi cama, planeaba dormir el resto del día, ya no tenía ánimos para nada; solo lo que lamentaba es que no vería a Bella en la cena, pero en verdad sentía que solo podía quedarme acostado; descansando…

Narradora Pov.
Todos estaban agotados, pero ahora enfoquémonos en Elizabeth y Seth…
-No deberías sentirse así de incomprendida, mira que varios somos diferentes a los humanos, pero somos especiales. Además tú eres la persona más especial que he conocido-dijo el chico con mirada encantadora.
-Gracias Seth, pero a veces así me siento, aunque he de confesarte que no cuando estoy contigo-dijo una muy sonrojada Elizabeth, a los ojos de Seth ella era una chica que parecía indefensa y fácil de manipular pero con una gran corazón. Solo llevaba un día con ella, un día en el que no había parado de hablar con ella, de conocerla y ya se había quedado totalmente prendado de ella; no quería admitirlo pero comenzaba a amarla.
Pero no, el no podía quererla; solo necesitaba usarla para acercarse a ese grupo al que pertenecía para poder matarlos; no podía olvidar ese propósito…

MIENTRAS TANTO….
La hermandad de los cazadores estaba en otra junta; al igual que los vampiros y los maestros, concentrémonos en la de la hermandad de los cazadores:
-Alec, todo está yendo mejor de lo que creí al principio-dijo una muy sonriente Jane.
-Claro, y con la ayuda de los maestros es mejor, los dejan agotados y todos no solo los nuestros; y solo los hacen que se fíen de su magia, que no se confíen de la parte física; en donde podremos tomar la ventaja.
-Sí, y que haremos con el traidor de Jacob? Dime que lo haremos pagar por esta traición-rogo Jane con un puchero en los labios.
-Jane, no puedo resistirme a ese puchero; pero aun no. Mira él ama a esa hechicera y si acabamos con ella, será presa fácil. Solo hay que ser pacientes, hay que tomar eso de los vampiros esperan a que su presa sea débil y eso haremos, ya están muy débiles solo es cuestión de esperar un poco más…

Hola! Si tarde y lo lamento, solo quiero pedirles que me tengan paciencia y que no me abandonen; tengo muchas cosas que hacer y espero me comprendan cuando les digo que tengo una vida fuera de la compu. Una cosa quiero que entiendan, tarde lo que tarde jamás abandonare mis fics.
Gracias a los reviews, a las amenazas para que actualice, a los favoritos y alertas, a las lectoras silenciosas y a las que recomiendan mis fics; tmbn a los nuevos lectores porque me di cuenta que aunque son pocos hay algunos hombres que me leen. Quiero decirles que todo aunque no responda a los reviews, los tomo en cuenta y me llena de emoción saber que se toman su tiempo en dejarlos aunque solo digan "continúa" eso es mejor que nada; recuerden que esa es nuestra paga.
Creo que poco a poco nos acercamos al final de este fic, pero aun falta; espero me dejen reviews dándome su opinión, sus dudas, sus sugerencias y todo, se acepta de todo. Los invito a que pasen por mis otros fics.