domingo, 5 de agosto de 2012

Chapter 3


Los personajes no son míos son de SP yo solo los uso en mi alocada imaginación. Esta prohibida su copia parcial o total de este fic.

Después de hablar con Jasper se excuso para irse con Alice y ayudarle a empacar. Yo por mi parte fui a dar la vuelta a un parque que solía visitar con mi madre cuando tenía 6 años. Me senté en una de las bancas y mire a todas las personas que pasaban por ahí, había gente paseando a sus mascotas; otras con niños jugando en el pasto o los juegos que estaban dispuestos para ellos.
Una figura llamó mi atención; un pequeño niño que corría y reí, se me hacia familiar y lo reconocí en cuanto vi a una mujer joven, con cabellera castaña y que con el sol adquiría una tonalidad en ciertas partes de color rojizas; Isabella y su hijo; me fije en toda la gente para ver si veía a mi padre y nada; sonreí y comencé a caminar hacia ellos.
-Hola-dije cuando estaba detrás de ella; ella se giró de inmediato y en su rostro vi alegría con miedo.
-¿Qué haces aquí? ¿Acaso me vas a perseguir?-su voz era en un susurró y mirando a todos lados.
-No, vine de paseo al parque y te vi y como no quise ser descortés me acerque a saludarte.
-¿Quién es él?-preguntó el niño, llamando la atención de Isabella.
-El es…solo es…
-Soy Edward, y tu? Como te llamas?
-Alec. Eres amigo de mama?
-Alec, ya te he dicho que no me llames así…
Mire mal a Isabella, porque no dejaba que le dijera mamá; creí que todas las mujeres se sentían dichosas cuando sus hijos les decían así.
-Perdón…-el niño miró con ojos llorosos a Isabella, ella me miró y volvió a mirar de nuevo a Alec.
-Tranquilo, ve a jugar a este juego, no te alejes ni hables con extraños.
-Si-le dio un beso a Isabella que se puso a su altura y se fue corriendo al juego que le indicó.
-¿Por qué has hecho eso? Es tu hijo por que no dejar que te llame por lo que eres de él.
-Es que yo no soy su mamá…y eso no te incumbe.
-Lo niegas… ¿por qué? ¿No te deja hacer tus negocios?-mi voz salió con furia y en un susurró.
Lo siguiente no me lo espere, su mano azoto contra mi mejilla; sus ojos estaban llorosos, pero creo que me merecía ese golpe. Mire su rostro y mi mirada se quedó estancada en su cuello, ella al percatarse de mi mirada se lo tapó con su bufanda, y al hacerlo vi una marcas en su brazo.
-¿Qué te pasó?-mi voz cambió en un instante, alguien la había lastimado pero ¿quién?
"Tengo cosas más importantes que hacer que estar hablando contigo como hablar con Isabella" Mi padre…
-¿Qué te importa a ti? Déjame en paz. Tú me odias y yo… solo déjanos tranquilos.
Se dio media vuelta y llamó a Alec, el la vio y bajo por la resbaladilla, mientras vi como se limpiaba su rostro, cuando vio a Alec lo tomo de la mano; el levanto los brazos hacía ella, y ella negó con la cabeza.
Mi padre la lastimo, si llegó a ver el moretón que le hice, me dirá algo esta noche; pero y si no llegó a dormir…
Seguí a Isabella sin saber muy bien que estaba haciendo, me subí a mi auto y los alcance mientras estaban parados esperando a pasar o a un taxi.
-Hey!
Ella se giró al escucharme. Me detuve en la esquina donde estaba ella…
-Edward, ¿Qué quieres?-preguntó cansada.
-Llevarlos, hace algo de aire y…
-No necesitamos que nos lleves muchas gracias-su voz fue cortante iba a responderle pero el pequeño me interrumpió.
-Di que sí, estoy cansado y no me puedes cargar.
-Ves, si no lo hacer por ti, hazlo por él-dije señalando con la cabeza a Alec.
-De acuerdo-accedió a regañadientes, Alec se subió en el asiento trasero y en cuanto vi que se abrocho el cinturón; fui a la puerta del copiloto para abrírsela a Isabella.
Un vez que todos estábamos adentro, arranque y le pregunté por el camino hacia su casa; me indico y cuando mire al asiento trasero por el espejo, vi que Alec ya estaba dormido, no era muy tarde pero supongo que era la hora de su siesta tal vez.
-¿Trabajas?-le pregunte, ella estaba mirando hacia fuera; me di cuenta que su casa quedaba algo lejos, pero iba más lento para tener más tiempo con ella.
-Si, sabes no soy una mantenida-lo dijo con desprecio –y para que sepas, antes de que pienses que trabajo como una… como lo que acostumbras pensar de mi, trabajo como mesera en una cafetería.
-De acuerdo. ¿Qué estudiaste?
-Estoy estudiando, confórmate con eso-su voz cortante me dio la señal de no seguir preguntando.
Llegamos y ella se bajo como si tuviera un resorte, fue y abrió la puerta del lado donde iba Alec, lo iba a cargar pero cuando se agacho, se quejó.
-Deja yo lo hago- la hice amablemente a un lado, tome en brazos a Alec, no pesaba tanto para tener  los años que creo que tenía.
-No, solo lo llevas y ya, no quiero que te molestes tanto por nosotros-su voz tenía un tono sarcástico, la ignore, le di las llaves a uno de los parking del edificio y seguí a Isabella hacia su departamento.
Cuando entramos, me llevo a la habitación de Alec, lo recosté en su cama, cuando me di vuelta ella tenía en sus manos su pijama; salí de la habitación; y me dirigí a la sala y me fije en las fotos que había en un mueble, en una estaba una niña que supuse era Isabella, en otra estaba con un bebe en brazos, en otra estaba con dos personas, la mujer parecida en la inocencia con ella, y el señor la mirada idéntica a la de Isabella; tome otra foto en donde estaban los tres…
-Ellos eran mis papas, murieron al mes siguiente de esa foto, Alec estaba dormido y no pudo salir en la foto…
-Ellos lo conocieron, no te preguntaron de quien era…
-Y sigues con lo mismo, ¿te parece acaso que a esa edad podría tener un hijo?
No conteste, mire con mas atención la foto, y vi que ella era muy niña en esta…
-Alec no es mi hijo, pero me llama mamá porque no recuerda a nuestra madre.
-¿Nuestra? Es tu…
-Es mi hermano Edward. Y gracias por traerlo, pero creo que deberías irte-me quito la foto de las manos y la apretó fuertemente contra ella.
-No me iré, no tengo ánimos de llegar a casa. Me quedare aquí-sin mas senté en el sillón de su sala.
-Haz lo que quieras, estoy cansada, adolorida y no tengo más ánimos de pelear contigo.
Se dio media vuelta y se perdió en el pasillo, estuve tentado a seguirla, pero me detuve. Me recosté en el sillón y mire el techo. ¿Por qué quedarme? Mamá estará preocupada.
-….-
¡BELLA! El gritó de Alec me despertó, me caí del sillón, pero escuche como la puerta de una habitación se abría, un llanto me alerto y fui a ver.
-Tranquilo, fue solo una pesadilla-decía Isabella una y otra vez abrazando a Alec.
-Tu no me abandonaras ¿o si?
-Claro que no, nunca te dejare solo, voy hacer todo lo que pueda para que nunca me alejen de ti.
-Ellos me abandonaron, ¿Por qué no me llevaron? ¿Por qué no los recuerdo?-Alec hablaba entrecortado y con un inmenso dolor.
-Alec escúchame bien cielo, ellos no querían irse, pero tuvieron que hacerlo. Y cuando se tuvieron que ir eras muy pequeño… ya olvídalo, tranquilo-se le corto la vos y abrazo mas fuerte a Alec, miraba la escena sin ser visto, pero me llegó y sentí un inmenso dolor en el pecho.
Isabella acomodo de nuevo a Alec y comenzó a tararear una canción, él poco a poco se fue quedando dormido, ella le dio un beso en la frente, lo arropo y salió de la habitación.
-Siempre no te fuiste.
-No.
Se dirigió a la cocina, la seguí y me senté en la silla frente a la barra. Ella estaba de espaldas a mi, recargada en el fregadero, escuche como estaba sollozando y poco a poco iba aumentando su llanto, no me contuve me levante y la abrace por la espalda. Hice que se girara y la abrace, su cabeza estaba en mi pecho y su dolor me lo estaba transmitiendo.
-Ya no se que hacer Edward… él me pregunta porque lo abandonaron, porque se fueron y yo… siento que necesita unos padres, pero no dejare que me lo quiten…yo…estoy atrapada…tengo miedo…de que me lo quiten…que…
-Shshsh…calla-moví mi mano de arriba abajo en su espalda. La guie al sillón en el que hace un momento estaba acostado y deje que se desahogara.
-Gracias, por esto; tenía que…
-Lo se, tranquila. Pero quiero saberlo todo, ¿de que tienes miedo?
-De que me lo quiten. Yo me he hecho cargo de él desde que tenía 3 años; bueno yo en ese entonces tenía 14 años, nos fuimos a vivir con unos tíos. Pero a los dos meses de estar ahí mi tío… él me violo; cuando me violo por segunda vez, huí de ahí. Llegué a una cafetería y conocía a Lilian, la mamá de Rose, me ayudo mucho y me dio trabajo y techo; logre conseguirme una beca en una escuela. Y Lilian pagó la escuela de Alec. Estaba empezando la preparatoria; pero para esto, yo ya había conocido a… a tu padre-mi cuerpo se tensó ante la mención de este.
-¿Cuántos años tenías?-pregunté.
-Tenía 16 años. Lo conocí y me prometió ayudarme, me dio este departamento, pero cuando descubrí que estaba casado, me quise alejar de él; pero me tiene amenazada…
-Déjame adivinar, te dice que si no te quedas con él, hará que te quiten a tu hermano-ella se limitó a asentir, sus ojos se pusieron llorosos… -perdona que pregunte, pero acabas de decir que fuiste violada por tu tío…¿acaso no denunciaste?
-No, tenía 14 años Edward, él me robo mi inocencia, estaba atravesando por un momento difícil; mis padres acababan de morir en un accidente de auto, tenía a mi hermano muy pequeño, pero curiosamente Alec fue el que me ayudo a huir, no iba a dejar que lo lastimara a el también. Tu papá también me ayudo, pero ahora solo me lastima.
-Entonces la otra noche cuando tú y yo… no querías por…
-Si, recordé ese momento; pero aunque lo he superado un poco, nunca lo voy a olvidar; algunas compañeras de mi salón, dicen que les da lo mismo quien sea el primero, que lo olvidarán; pero se equivocan, nunca olvidas eso… para algunos es un momento mágico, pero otros no tenemos la misma suerte-su mirada estaba perdida. Me di cuenta del dolor que tenía, así como el odio y el miedo.
Yo estaba queriendo matar al hombre que le había hecho eso, le robo su inocencia, su alma; su mirada por eso era obscura, sin una pequeña chispa de luz, pero eso cambiaba en cuanto veía a Alec.
-Yo lo siento… no sé que decirte…
-Que no le dirás a nadie, ni siquiera a tu padre; el no sabe esto-eso me tomo con la guardia baja.
-Pero…
-Por favor, solo eso te pido, se que no debería pedirte nada, yo soy la otra, pero no es lo que yo quería; yo deseaba enamorarme de verdad y casarme, entregarme a un hombre que me quisiera por mi. Quería bailar con mi padre un vals, que vieran que mi graduación, que me dijeran que hacer, que me dieran un abrazó.
Su voz sonaba estrangulada, no podía decir que sabía a que se refería y no quería imaginármelo, mi mamá era lo más sagrado que tenía y sin ella, no quería ni imaginarme el dolor de estar sin mi mamá.
-Quisiera un día más para verlos, abrazarlos, decirles mis problemas, decirles cuanto los quiero; que me regañen una vez más. Quisiera despertarme con el aroma de los hot-cakes de mi mamá; escuchar como Charlie comentaba de que en la tarde iríamos al parque, quisiera que me abrazaran y me dijeran que no tenía que preocuparme de nada, que todo saldrá bien. Yo los extraño tanto…
No aguante más y la bese, sus labios estaban estáticos pero poco a poco se fueron moviendo al ritmo de los míos. La cargue y la lleve hasta su habitación; la recosté y sin dejar de besarla, la comencé a desvestir; ella hacía lo mismo conmigo.
Cuando estuvo desnuda, vi moretones en su hermoso cuerpo, bese cada uno de ellos, ninguno decía nada; nuestras respiraciones eran irregulares; sus ojos estaban oscuros de deseo.
Poco a poco me introduje en ella y sofoque su gemido con mi boca, no quería que Alec nos interrumpiera, estar de nuevo en su interior me hizo sentir completo y dichoso; comencé con un vaivén lento; mientras la besaba, ella seguía llorando pero me animaba a continuar moviendo sus caderas.
-Edward…Edward-susurraba mi nombre y se escuchaba genial; acariciaba su cuerpo y lo besaba; salí de ella y me introduje de una sola estocada, sus manos apretando las sabanas y viendo como se mordía el labio fuertemente para no gritar era el cielo.
Escuchaba como decía mi nombre una y otra vez; su rostro ya no era de tristeza, ya era de placer, placer que le estaba dando yo. Nuestros cuerpos estaban sudorosos y sentía como me iba apretando cada vez más, aumente el ritmo más de lo que ya lo había hecho y un maravilloso orgasmo nos atravesó a los dos. Me deje caer encima de ella, hice que rodáramos para que quedara encima de mi, la abrace y escuche como su respiración se hacía regular, como pude nos tape. Me deje llevar por los brazos de Morfeo hacía la inconsciencia.
-….-
¡Ring, ring!
El sonido de un teléfono me despertó, Isabella comenzó a levantarse, me miro y agacho la cabeza, tomó el teléfono y contesto; vi como en su rostro iba aflorando el miedo.
-No Carlise, no lo he visto-en cuanto dijo eso, me miro. Esas pequeñas palabras rompieron un momento alegre, me levante enojado de la cama, busque mi ropa y me vestí.
Ella me detuvo en la puerta, voltee y la vi, en sus ojos vi tristeza…
-Aguarda Carlise- puso el teléfono pegado a su hombro desnudo. –No te vayas, yo…
-Me voy, mejor dejó que te consuele él. Por un momento creí que… sabes que olvídalo.
-No Edward, espera-no la escuche, salí de su departamento, pedí mi auto y me fui de ahí.
Ella siempre iba a ser la amante de mi padre, tal vez anoche hice el amor con ella, pero eso no cambia nada; ella siempre regresará a los brazos de Carlise…
Y eso te duele? Acaso no te iba a vengar de ella? Acaso te esta gustando Isabella?
No claro que no me estaba gustando Isabella, me jure que iba a pagar por el dolor de mi madre, y eso hare; ella ya me contó lo que es doloroso para ella y de ahí obtendré mi venganza…

Como ven? Nuestra Bella si que sufrió y ya sabemos que Alec es su hermano no su hijo. Y saben no me agrada que Edward se quiera vengar de ella, después de lo que supo; aunque no se enojarían ustedes si después de haber pasado un momento maravilloso se ve arruinado como le paso a nuestro Edward.

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